Colombia se prepara para recibir dos eclipses, eventos astronómicos que capturan la atención de millones en todo el mundo. El primero de ellos, programado para el 14 de octubre, será un eclipse solar, mientras que el segundo, el 28 del mismo mes, será un eclipse lunar. Aunque ambos serán parcialmente visibles en Colombia, las personas ubicadas en Norteamérica, Europa, Asia u Oceanía tendrán la oportunidad de disfrutar plenamente de estos fascinantes fenómenos cósmicos.

Sin embargo, más allá de la emoción que despiertan los eclipses, es esencial recordar los riesgos que pueden representar para la salud, especialmente para los ojos. ¿Qué le puede pasar al ser humano al ver directamente un eclipse?

Los eclipses solares son particularmente peligrosos para la vista humana. Cuando la luna se interpone entre la tierra y el sol, la luz intensa del astro rey puede dañar gravemente los ojos si se observa directamente sin protección adecuada. La exposición a los rayos solares durante un eclipse puede causar daño a la retina, lo que se conoce como retinopatía solar. Los síntomas de esta condición pueden incluir visión borrosa, manchas en la visión central, dolor ocular e incluso la pérdida permanente de la visión.

Para prevenir estos riesgos, es fundamental utilizar gafas de eclipse certificadas o dispositivos especiales para la observación segura. Estos filtros bloquean la mayoría de los dañinos rayos ultravioleta e infrarrojos, permitiendo una experiencia segura y sin daños a la vista.

Consecuencias para la salud en un eclipse lunar

Desde el punto de vista de la salud ocular, los eclipses lunares son seguros para observar sin riesgo de daño directo en la vista. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar efectos secundarios no relacionados con la salud visual, como la alteración del ciclo de sueño debido al brillo inusual de la luna durante un eclipse total.