El Hospital Federico Lleras se enfrenta a una de las mayores crisis de ocupación en su historia, con el 100% de sus unidades de cuidado intensivo (UCI) ocupadas, incluyendo las unidades de quemados y la UCI pediátrica. A pesar de la alta demanda y la presión para recibir pacientes de otras regiones, la institución mantiene su compromiso con la salud pública y sigue operando con total normalidad, garantizando atención de calidad a todas las personas que requieren cuidados urgentes y especializados.

El servicio de urgencias ha alcanzado niveles de ocupación entre el 130% y 140% en la última semana, un claro reflejo de la creciente necesidad de atención médica en una de las zonas más afectadas por enfermedades de alta complejidad. Con la responsabilidad de atender al 100% del régimen subsidiado, el hospital se ha consolidado como el principal centro receptor de pacientes derivados de otros municipios.

"A pesar de los retos, seguimos trabajando con un alto sentido de humanidad para brindar atención a la mayor cantidad de personas posibles, priorizando los casos más urgentes y asegurando que cada paciente reciba la atención adecuada", afirmó Martha Palacios, gerente del centro hospitalario.

El hospital continúa gestionando recursos y reorganizando sus espacios para hacer frente a la creciente demanda, con el firme objetivo de no dejar a nadie sin la atención que necesita.

Este centro de salud no solo es crucial para la población local, sino que se ha convertido en un pilar para la región, atendiendo a pacientes que requieren atención de alta complejidad y brindando un servicio que supere las expectativas de sus usuarios.

Con una rotación constante y gestión eficiente de los recursos, el hospital asegura que, a pesar de la alta demanda, las puertas seguirán abiertas para aquellos que necesiten atención médica prioritaria, reafirmando su misión de salvar vidas y mejorar la salud de la comunidad.