Por estos días de marzo y abril se recoge normalmente de los cafetales cargados, el fruto que sostiene a muchos hogares productores de café en San Antonio y otros municipios vecinos como Planadas, Rovira y Chaparral, pero el intenso verano de los pasados meses que llegó con el fenómeno del niño, secó muchos cafetales y fue propicio para la reproducción de plagas como la broca y la roya.

“La sequía fue un golpe duro y a unos cultivadores les produjo rebajas en la producción del 50 por ciento en algunos casos y en otros, casi que la perdida fue total; lastimosamente ahora hay un muy buen precio por encima de 800 mil pesos la carga, pero como pasa casi siempre, de esto a nuestros cafeteros no les va a quedar nada pues prácticamente no hubo producción”, afirma el alcalde de San Antonio, José Dailer Lasso.

Dijo el mandatario que desde su administración se están realizando las gestiones ante el gobierno departamental, la federación, el comité de cafeteros y el gobierno nacional para hacer un diagnóstico y presentarlo, buscando alivios o subsidios económicos que permitan salir de la penosa situación económica que están enfrentando los cultivadores porque además que se malogró la cosecha, las deudas y los créditos están ahí y no hay como pagarlos.

“Como alcaldía nos corresponde atender la crisis en este municipio que vive o basa gran parte de su vida en la producción del café y acudiremos ante todas las instancias para buscar salidas y a la vez, plantear el tema de la sustitución de cultivos que se vayan desarrollando paulatinamente a la par con el café en productos como frutales y opciones de cultivos que puedan resistir difíciles condiciones y no seguir dependiendo solo del café”, agregó el alcalde Lasso.