Liquidación de Saludcoop y Caprecom no es suficiente ante el colapso del Sistema de Salud
Después de 20 años de implementado en Colombia el Sistema actual Salud, mediante la Ley 100 de 1993 y sus reformas del año 2007 y 2011, seguimos sufriendo las consecuencias de haber copiado las recetas del modelo gringo de intermediación financiera impuesto a través de las grandes aseguradoras como lo son Cigna, Amerigroup y Emblem Health, entre otras, que allá manejan la afiliación y contratación de los servicios de salud. Allá sus resultados son perversos: a) 47 millones de sin acceso efectivo a los servicios de salud, dadas las berreras de entrada como los son las altas primas, los deducibles, las exclusiones por las preexistencias y los topes establecidos; b) la esperanza de vida de sus ciudadanos es de 79 años, tres años menos que sus vecinos canadienses, los franceses y dos años menos que en el Reino Unido; c) usencia de programas y acciones de promoción y prevención de la salud tendientes a modificas su estilo de vida y demás componentes de los determinantes sociales en salud, el 30,6 de su población presenta obesidad (contra 9,2% en Francia y 3,2% en Japón) causal entre otros de diabetes, daños cardiovasculares e hipertensión, respiratorios, osteoartritis, problemas psicológicos; d) alto nivel de eventos adversos, procedimientos y tratamientos médicos innecesarios (cesáreas en New York son del 36% cuando el nivel máximo debe estar entre el 10 al 15%) y como efecto de ese manejo mercantilista de la salud, el gasto per cápita en salud es de us$8.050 al año mientras que en el Reino Unido con us$3.080 dado que este último Sistema de Salud fundamenta su gestión en la promoción y prevención. Esta sola variable garantiza mayor sostenibilidad y permanencia de un modelo de salud.
Esos son los resultados y retos del modelo gringo de aseguramiento en salud que copiamos e implementamos en Colombia a través de las EPS. Dados los enormes intereses económicos en juego, ni allá el Presidente Obama con su reciente obamacare, ni aquí el Presidente Santos quien a pesar que en su campaña reeleccionista lo anunció como un modelo fallido, se han podido desmontar dado el gran cabildeo de los inversionistas tanto a nivel de los respectivos congresos como de los propios gobiernos. La calidad de un sistema de salud no se mide exclusivamente por la cobertura de afiliación al Sistema, que en Colombia es cercano al 100%, hay otros indicadores vitales como lo son: a) el nivel de satisfacción, que en forma global en Colombia no llega al 20%; b) la fortaleza de sus programas de promoción y prevención y en Colombia, por ejemplo, la tasa de mortalidad materna está entre las más altas del mundo y aún en pleno siglo XXI el problema de la tuberculosis no lo hemos podido erradicar y somos los que mayor prevalencia mostramos en el cono sur latinoamericano; d) el modelo de las EPS se fundamenta en la medicina curativa y de alto costo, por ejemplo, tenemos ciudades donde las cesáreas superan exageradamente los niveles previstos por las propias facultades de ginecoobstetricia, que lo consideran normales en una rango del 10 al 15%, sin embargo, reportes muestran que los nacimientos por cesárea llegan en Barranquilla al 92%,Cartagena 62% y Cali el 46%, entre otras ciudades y no olvidemos que algunas EPS, entre ellas Saludcoop presentaron recobros al FOSYGAS hasta en 10 veces superior al precio comercial de los medicamentos y dispositivos médicos; e) gran parte de los recursos se quedan en los costos administrativos de las EPS o se desvían hacia otros fines mientras que el no pago los hospitales públicos y clínicas privadas de una cartera de $5,8 billones cada día se hace más incobrable con el conocido colapso en la oferta de servicios a una población inconforme por la falta de oportunidad en los servicios requeridos . Ya entendemos porque, ningún otro país latinoamericano ha copiado el modelo regido por las EPS que nosotros ingenuamente aceptamos y que nos vendieron como panacea.
Ante la profundización de la crisis del Sistema de Salud que en la actualidad se evidencia por las decisiones de liquidar a Saludcoop, Caprecom, el crecimiento y envejecimiento de la deuda con los Hospitales y Clínicas que ya sobrepasas los $5,8 billones, el hueco patrimonial de las EPS superior a $5,3 billones, el reconocimiento de la Salud como un derecho fundamental a que hace referencia la Ley Estatutaria de la Salud (1751/2015), los colombianos piden a gritos el mejoramiento de los servicios que no se consigue con ajustes cosméticos como lo estableció el Decreto 2702 de 2014 que expide nuevas condiciones de reservas técnicas, patrimonio adecuado y capital mínimo para que las EPS respondan a los hospitales y clínicas por sus deudas, sino que dada la complejidad del sistema exige cambios estructurales que pan por borrar del mapa el perverso engendro de las EPS.