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Tolima
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“El componente rural en los POT siempre es el más débil”: Felipe Fonseca

<p>Entidades nacionales y departamentales buscan potencializar el agro en el Tolima para enfrentar los retos que el mercado demanda, para ello aseveran que es necesario definir los usos del suelo rural y protegerlos. &nbsp;</p>
27 Jul 2015 - 18:17 COT por Ecos del Combeima

El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural a través de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria, UPRA, y el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural, INCODER, junto con la Gobernación del Tolima, presentan los avances de las inversiones del Gobierno Nacional, que ya completan $1.1 billones entre 2014 – 2015, a favor del desarrollo rural sostenible e integral del departamento. 

En este sentido el director de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria UPRA del Incoder, Felipe Fonseca y Andrés Albornoz, director territorial del Incoder, conversaron con Econoticias y compartieron sus opiniones frente a esta importante noticia para el departamento.

“$1.1 billones es la suma de la inversión no solo del Gobierno a través Ministerio de Agricultura sino de sus entidades adscritas y vinculadas en lo que va corrido del 2014 y 2015, estos dineros han sido destinados para sanidad agropecuaria, oportunidades rurales, becas de estudio, mujer rural, créditos y en cuanto a Incoder ha gestionado en el tema de ordenamiento social de la propiedad, restitución de tierras, esto como parte de una estrategia de difusión a nivel departamental la cual es el objeto del Gobierno Nacional y sus entidades adscritas entre ellas UPRA e Inconder”, indicó Felipe Fonseca. 

Un Tolima con capacidad de competir nacional y internacionalmente con productos del sector Agro 

Con respecto a la planificación rural de los suelos y las garantías que los campesinos del departamento van a tener con respecto a lo técnico, socioeconómico y ambiental, Andrés Albornoz, director territorial del Incoder afirmó que “el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural, le apuesta este año al Tolima el programa de desarrollo rural con enfoque territorial, junto al gobernador se celebró un convenio por 2.200 millones en el cual se hizo un comité técnico para definir y focalizar siete municipios del departamento como  Planadas, Río Blanco, Ataco, Suarez, Coyaima, Prado y Dolores donde se determinaron las líneas productivas a realizar en base de los insumos que la Unidad de Planificación Rural definió para estos municipios, de esta manera se presentaron 8 perfiles de proyectos de los cuales se validaron seis para iniciar el proyecto productivo con los primeros desembolsos que se realizaran en septiembre por un valor aproximado de 700 millones con el fin de sembrar para cosechar paz en el Tolima”. 

En estos momentos solo el 60% de las hectáreas que sirven para el agro están siendo utilizadas para tal fin, el otro 40% representando en cerca de 160 mil hectáreas están siendo en otras actividades, por lo cual resulta un desafío optimizar la vocación agrícola en el departamento, dado que de las 865 mil hectáreas que están siendo cultivadas tan solo  228 mil están ubicadas en suelos agrícolas en donde la actividad se desarrolla de forma adecuada.

En este sentido el  director de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria UPRA del Incoder, Felipe Fonseca aseguró que “primero debemos definir qué vamos a cultivar, qué demanda este cultivo y que exige el mercado, con ellos definimos las áreas que tienen esa aptitud, todo esto con la intención de optimizar nuestro sistema de producción agrícola dado que entre mejores características tenga el suelo mayor será el beneficio de siembra”.

¿Cómo proteger los suelos rurales de la expansión urbana?

Con respecto a la parcelación de zonas de aptitud de agricultura baja que algunos constructores vienen pretendiendo hacer en las laderas de los Cerros tutelares, el funcionario expresó que “en  los últimos años ha aumentado considerablemente la demanda de nuevos suelos para construir vivienda por lo cual se han venido creando zonas súrbanas o de expansión urbana con el objetivo de cubrir esta necesidad, la planificación rural agropecuaria lo que intenta es llenar este vacío en el ordenamiento en el sentido de que la gestión ambiental representada por Cortolima, ha definido con claridad cuáles son las áreas estratégicas, las zonas de importancia ambiental, los parques nacionales, el sector minero ha hecho otro tanto con las áreas a demandar pero de manera constitucional, por lo cual este vacío en la parte agropecuaria debe llenarse con instrumentos para definir qué tipo de usos deben permitirse en las áreas rurales”.  

Felipe Fonseca además añadió que “ el componente rural en los planes de ordenamiento siempre es el más débil y carente de información por  lo cual algunos municipios que debían expandir su zona urbana no contaban con los elementos necesarios y pasaron a usar las zonas rurales lo cual genera un conflicto por lo cual se hace imperativo identificar los suelos agropecuarios para potencializarlos y crear un equilibrio alimentario y poder competir en función de los estudios técnicos, por lo cual nuestro objetivo es llenar este vacío”.