Voto joven
El pasado jueves y dentro del marco de la jornada de participación política juvenil y desarrollo regional auspiciada por el Ministerio del Interior y la Secretaría de Inclusión social de la Gobernación del Tolima, tuve el privilegio de compartir una conferencia sobre el marketing político y la planificación de los procesos electorales.
Casi un centenar de jóvenes de todos los partidos políticos, aspirantes en su mayoría a concejos municipales en todo el departamento, me enseñaron que en su concepción más pura la política mantiene su esencia de renovación, de servicio social en pro de los intereses colectivos y no los personales que son los que predominan hoy en día.
Me enseñaron que más allá de las teorías preconcebidas con respecto al mapa político electoral regional, existen certezas sobre la transformación que requiere nuestro territorio y que más allá de una coloración partidista o ideológica lo que necesitamos en verdad es decencia y pulcritud en la gestión y ejecución de los recursos; en la equidad de la asignación de los mismos; en la transparencia y la honestidad que requiere el Tolima en el manejo de lo público. Porque lo público simple y llanamente nos involucra a todos, nos afecta a todos.
La estadística nos muestra que nueve de cada diez procesos electorales fracasan en su objetivo. La estadística nos muestra que entre menos recursos económicos se disponga en una campaña más alta es la posibilidad de engrosar la lista de perdedores en la contienda. La estadística nos muestra que en instancias de polarización aumenta el denominado y mal llamado “voto útil” es decir, cuando los ciudadanos deciden cambiar la orientación de su voto en función de las expectativas de voto de los distintos candidatos; cuando independiente de la preparación, el carisma, el plan de gobierno, las conductas personales, la trayectoria personal, la solvencia moral, la preparación académica y demás características de un “buen candidato”, prevalecen las “posibilidades reales de ganar” de los otros candidatos.
Esta forma de pensamiento y de actuar ha marcado sin duda un referente en nuestra democracia. Muchos grandes candidatos con sus grandes programas sucumben ante este fenómeno y muchas veces elegimos a quienes no gozan de las mejores cualidades para gobernar.
La estadística tristemente nos muestra también que los jóvenes votan minoritariamente. Pero la política no se escribe con “P” de poder. La política se escribe con “P” de Prudencia. Con “P” de Paciencia. Con “P” de Persistencia.
Por eso a este centenar de jóvenes que participaron en el foro, a todos los jóvenes del Tolima y de Colombia que vienen incursionando con este ímpetu indomable en la transformación de sus partidos y de nuestra forma de hacer la política: Sigan adelante. La estadística no es muchas veces sino una tendencia y como tendencia misma puede disminuirse o desaparecer. Solo ustedes con su constancia y su nueva visión son los llamados a replantear nuestros liderazgos. A replantear nuestro Tolima. Solo ustedes con sus voces elocuentes pueden generar los cambios sociales que multipliquen la participación. Sólo ustedes van a heredar este territorio y desde ahora son los llamados a dirigirlo. Si no son ustedes, ¿Quiénes?