¿Johana conjurará la crisis con el Centro Democrático?
Los próximos días serían decisivos para establecer si la alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda, logrará recomponer sus relaciones con el partido Centro Democrático, colectividad que jugó un papel fundamental en su elección en 2023.
Y es que, con el paso del tiempo, la mandataria ha pasado de compartir un amistoso almuerzo en el Panóptico de Ibagué con líderes del partido, a recibir fuertes cuestionamientos por parte de sus integrantes.
El punto de quiebre entre Aranda y el uribismo habría sido la intención del exalcalde Andrés Hurtado de influir en su administración para impulsar su proyecto político, ubicando a personas cercanas en cargos clave, situación que habría limitado la participación del Centro Democrático, especialmente del ala cercana a la senadora Paloma Valencia.
Esta tensión se reflejaría en las críticas públicas de figuras como Holman Guevara y Felipe Ferro, así como en el distanciamiento del representante Carlos Edward Osorio, quien afirmó en Ping Pong Político que el Centro Democrático eligió a Johana y no a Andrés Hurtado. (Ver más: "Elegimos fue a Johana, no a un exalcalde": Carlos E. Osorio y su distancia con Aranda)
Las fracturas internas contrastan con la buena relación personal que Aranda mantiene con el máximo líder del partido, el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
En este contexto, trascendió que la alcaldesa estaría planeando una especie de “grito de independencia” con cambios en su gabinete, buscando quitar protagonismo al hurtadismo y ceder espacio al Centro Democrático.
Según conoció Ping Pong Político, en los próximos días Aranda pedirá la renuncia protocolaria a todos sus secretarios, como paso previo a una eventual reestructuración.
Uno de los cambios que se barajan sería la salida de Jonathan Suárez, primo del exalcalde Hurtado, de la Secretaría de Infraestructura.
También se habla de la rotación de Magda Herrera, señalada como una de las principales aliadas del hurtadismo dentro de la Alcaldía.
Otros funcionarios cercanos al exalcalde, como Iván Quesada (Desarrollo Social) y Leandro Vera (Gobierno), podrían ser trasladados a otras dependencias donde se consideren más efectivos.
Resta ver si estas movidas políticas le permitirán a Johana Aranda calmar las aguas, apaciguar los ánimos dentro de su equipo de gobierno y, sobre todo, recomponer sus relaciones con el partido que contribuyó a llevarla al poder.
