Arnulfo Sánchez López: la voz de la identidad regional del Tolima

La radio llegó al Tolima en la década de 1930, pero casi 40 años más tarde, precisamente el 1 de septiembre de 1970, arribó a la región don Arnulfo Sánchez, luego de haber sido cofundador de La Voz del Llano en 1961.
Ya en el siglo XXI, como un gesto significativo del exrector Dagoberto Portela, don Arnulfo recibió su título de bachiller honoris causa, caminando a la entrada del Colegio Bicentenario San Simón junto al periodista y escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal, amigo que lo acompañó en su trayectoria de vida personal y profesional. El maestro Gardeazábal admiraba en Arnulfo su capacidad para comprender fácilmente incluso lo que no se sabía. Sus viajes a Ibagué eran pasos obligados para visitar a su amigo y su emisora, donde disfrutaba de sus charlas, opiniones y ocurrencias. Finalmente, lo llevó a las nuevas instalaciones del noticiero Econoticias de Ecos del Combeima, donde don Arnulfo mostraba con orgullo la innovación del medio construido junto a sus hijos.
Ecos del Combeima está entre las 15 emisoras más antiguas de Colombia. Sin embargo, fue en 1999, en plena terminación de la crisis del UPAC, cuando don Arnulfo pasó de ser empleado a empresario. Esa transición, de asalariado a dueño, lo llevó a ser secuestrado en febrero de 2002 durante 55 días por el comandante ‘Ancízar’, del entonces Frente Tulio Varón de las FARC, en el sector de Juntas, zona rural de Ibagué. Tras su liberación, retomó sus labores periodísticas y, en ese mismo año, entrevistó en cabina al candidato presidencial y futuro Gran Colombiano, Álvaro Uribe Vélez. De ese encuentro nació una amistad de admiración y respeto, reflejada en el hecho de que años después el expresidente Uribe lo visitara en su residencia en Ibagué.
Pero su experiencia profesional estaba profundamente ligada a su lado humano. Sus palabras reflejaban su filosofía de vida: “No hay distinción alguna porque estamos con los de arriba y con los de abajo, con los que tienen el poder, pero sin olvidar nunca a los inconformes”. Para él, su Capital Musical y el Tolima debían ser una sola familia, sin odios ni mezquindades.
Grandes políticos, empresarios y figuras de la sociedad civil pasaron por sus micrófonos, pues su autenticidad informativa generaba eco en la región. Además, comprendía la importancia de la tecnología en la radio y sabía que debía mantenerse en sintonía con las necesidades del oyente.
Para don Arnulfo, darle vueltas a una sola frase era decir nada, el gerundio representaba una degeneración del idioma y las muletillas eran vicios detestables, cualidades propias de un estudioso de la literatura y el lenguaje.
Extenderse en la historia de don Arnulfo Sánchez López exigiría páginas y capítulos enteros para narrar su legado en el periodismo radial, así como su gran rol de padre, empresario y ciudadano ejemplar. Un hombre que soñó con ver su tierra y su gente unidas y visibles ante el mundo.
Por: Luis Evelio Herrera