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Voluntad administrativa o decisión política

Desde hace varios años, uno de los temas que siempre se pone sobre la mesa para cada campaña electoral y que se ha esperado que las administraciones solucionen, es la movilidad de Ibagué.
Imagen
José Monroy
Crédito
Ecos del Combeima
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16 Feb 2025 - 8:05 COT por José Adrián Monroy

El pesado tráfico de la Avenida Ambalá, la necesidad de la prolongación de la calle  25 hasta la variante y una intersección vial que descongestione la misma calle con la Avenida Guabinal, sumado a lo que pasa en la Carrera Primera a la altura de la calle 15; además, el evidente deterioro de la malla vial que se junta con la falta de cultura ciudadana al momento  de parquear sus vehículos y el desorden del transporte público, es una prueba de que es un elemento esencial por resolver en la ciudad.

Existe también, un punto neurálgico que sin ninguna necesidad se convirtió en punto de debate, el conector vial en el que confluyen la Avenida Mirolindo con la Avenida Pedro Tafur. Todo surgió cuando la Gobernadora del Tolima anunció que haría lo necesario para construirlo; sin embargo, el Ex alcalde de Ibagué y miembros de su equipo político, con argucias y tecnicismos están oponiéndose a que la obra pueda salir adelante.

Un ejercicio político sano se basa en buscar por encima de cualquier cosa el bienestar colectivo. Una buena intención de solucionar un problema de interés general no puede reducirse a un espectáculo mediático y politiquero que solo busca visibilizar el hambre de hacerse notar y de figuración de unos pocos que quieren torpedear el desarrollo que quiere la gran mayoría.

La evolución de Ibagué está por encima de cualquier desavenencia política: ajustar la estructura ecológica, el plan maestro de movilidad y los demás instrumentos de planeación del territorio al plan de ordenamiento, debe ser ejemplo de voluntad administrativa que se requiere para que la ciudad mejore sus condiciones de movilidad.

Endilgar culpabilidades, especular, sembrar dudas sobre lo que significa el progreso para los Ibaguereños, es una muestra de cinismo y de falsa moral. Sería un craso error que desde la Alcaldía le hagan eco a ese juego politiquero que quiere frustrar y opacar el trabajo serio que vienen adelantando junto con la gobernación.

Recordemos que quienes no pudieron materializar grandes obras como el viaducto de la 60 con carrera 5, quieren dar catedra atravesándose a la necesaria obra de la avenida Mirolindo, será algo que el tiempo y la historia se encargarán de juzgar.