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Tolima en modo competitividad

Aunque el propósito sea mejorar para crecer y desarrollarse, lo anterior no significa de por sí, se vaya a conseguir por el solo hecho de organizar con la academia un Plan Regional de Competitividad.
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Crédito
Ecos del Combeima
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16 Feb 2025 - 7:55 COT por Álvaro Montoya

Tolima está en modo competitividad y por ello viene convocando las fuerzas vivas y realizando grandes esfuerzos por mejorar sus indicadores, a tal punto que acordó un acompañamiento institucional con la Universidad del Rosario quien lidera año tras año al interior del Consejo Privado de Competitividad y para todo el país, la implementación del Indice Departamental de Competitividad IDC y de Ciudades ICC, como lo mencionó en pasados días la mandataria departamental. Medición primordial para avanzar económica y socialmente como territorio.
 
Aunque el propósito sea mejorar para crecer y desarrollarse, lo anterior no significa de por sí, se vaya a conseguir por el solo hecho de organizar con la academia un Plan Regional de Competitividad.  Si ese esfuerzo no se hace vivencial y es adoptado por el sector productivo del departamento, participando activamente en la construcción de unas metas sensatas y cumplibles, y luego en el desarrollo de sus acciones con determinación, tiempo y presupuesto, tardaremos demasiado en conseguirlo.

Importante sería para enriquecer esta iniciativa gubernamental tan particular que se da desde el Tolima, referenciar lo último que sobre transformación productiva, estrategias y políticas con enfoque territorial  expone el Banco de Desarrollo de América Latina-CAF a través de la Universidad EIA,  donde señala que a pesar de los esfuerzos realizados por algunas regiones en particular, todas coinciden en su lenta transformación productiva causada entre otros factores por ¨ la escasa diversificación y sofisticación productiva, la baja integración en los mercados globales, la poca adopción de tecnologías y la lenta apropiación de la transformación digital¨ y termina enfatizando este reporte, en una elevada participación de mipymes con baja productividad y alta informalidad.

Este contenido investigativo también resalta asuntos muy pertinentes para el caso Tolima que cobra vigencia cuando se procura mejorar la competitividad departamental. Allí señala por ejemplo, la dificultad para penetrar mercados internacionales, que de eso poco, la diversificación productiva que sigue siendo nuestro gran desafío, pero especialmente, la dificultad regional por mejorar el ambiente para los negocios; complicación que llama a una reacción colectiva y urgente, pues ha sido literalmente imposible atraer la gran inversión, crear nuevos negocios y generar el empleo digno necesario para mejorar el bienestar de los tolimenses.

Todos los ejes que se pudiesen plantear para mejorar los indicadores de competitividad y la misma productividad en el departamento, involucra directa o indirectamente su capital, incluyendo la gobernanza y el fortalecimiento institucional, pero especialmente el entorno para los negocios donde tanto el departamento como su capital están muy mal, pues el Tolima está de 20 en el IDC con una calificación de 4,87, mientras Ibagué está de 18 en el ICC con 4,85, y peor aún, en la Facilitación de Trámites, el departamento está calificado con 1,26  y su capital 1,05.

La estrategia debería procurar, además de la integración subregional como está planteada en el Plan Departamental de Desarrollo, el escalar su capital a una verdadera Ibagué Metropolitana, donde se soporten las dos, capital y departamento como manos de un solo cuerpo y en un solo Plan Integral Regional, que nos consolide como un verdadero centro de inversión y de oportunidad. Así lo viene haciendo Antioquia en su Plan Emergente, cuando suma la tradición empresarial y el poderío inversionista del antioqueño con el talante innovador de Medellín como su capital, todo al servicio de una sola raza y un solo propósito; avanzar como región.

El éxito en la productividad es fundamental para la competitividad, y aunque no es esencialmente responsabilidad de entes gubernamentales, su plena disponibilidad y apoyo al sector productivo, sí son determinantes.

Concluye José Manuel Restrepo como Saúl Pineda al presentar ese Informe CAF ante la comunidad empresarial latinoamericana, quienes además implementaron estos índices durante su paso por el Ministerio de Comercio. Primero, que todo esfuerzo posible debe enfocarse en los procesos y la eficiencia con que se producen los bienes y servicios, y segundo, que la productividad se encuentra básicamente al interior de cada firma, empresa o sector, mientras la competitividad se enfoca en la capacidad para fortalecer en gran medida esos sectores productivos locales o subregionales, hasta lograr insertarlos en cadenas de valor para acceder y atender con éxito nuevos mercados, llámese nacional o internacional.

En esencia, este Plan Regional de Competitividad, que ya se está construyendo desde el Tolima, debería buscar la Competitividad hacia afuera y la productividad hacia adentro.