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Ese man es un señor

Existe un reto muy particular en coherencia con el gobierno nacional quien tiene 3 delegados en su Junta directiva y serán determinantes para el éxito de su gestión, pero que además interpreta, una de las necesidades más sentidas en la ciudad campeona del desempleo y reina de la informalidad, y es la inclusión productiva de la economía popular.
Imagen
Álvaro Montoya
Crédito
Ecos del Combeima
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18 Ago 2024 - 6:06 COT por Álvaro Montoya

Cómo no concluir que el proceso selectivo de la Cámara de Comercio de Ibagué para escoger su presidente ejecutivo terminó afortunadamente bien, al acabar eligiendo una persona llena de méritos y condiciones para serlo. ¨Ese man es un señor¨ dijo un profesor universitario amigo cuando hizo referencia al ingeniero Carlos Hernando Enciso como su nuevo presidente, después que el mismo profesor hiciera una crítica al proceso que generó tanto reclamo e impaciencia por su hermetismo y dilación.

Remate selectivo que conllevó la presentación final de dos ternas con excelentes perfiles, pero con algunas inhabilidades propias para el ente cameral especialmente en la primera de las dos ternas, que consumió la aspiración de los 3 candidatos mejor renqueados según el proceso llevado a cabo por el CESA, y así dar paso a la segunda terna, donde el ingeniero Enciso se colgó esa distinción según muchos, por su formación profesional, acertada entrevista y buenas relaciones interpersonales.

67 hojas de vida en su mayoría muy buenas, demostraron que el proceso de convocatoria fue acertado, y que el traspiés estuvo en su cronograma donde se definirían tiempos, actividades, responsables y responsabilidades. Pero eso ya pasó y este 15 de agosto tomó posesión el elegido presidente, para bien de toda la comunidad empresarial, la ciudad y toda su área metropolitana, cuya primer tarea será la construcción de un plan estratégico a 5 años de la mano de su junta directiva y en coherencia con los planes territoriales de desarrollo.

Del nuevo presidente se esperan cosas diferentes. Cómo no entonces persuadir y convocar de manera formal a los 67 personajes que lo acompañaron en ese sueño de construir ciudad desde el ente cameral, y construir con ellos el borrador de ese plan quinquenal, pues seguro estamos que encontrará allí, valiosos aportes e invaluables propuestas, recomendaciones, observaciones y mucha sinergia para ser de su presidencia un eje dinamizador en la búsqueda de ese esquivo desarrollo subregional.

Aunque son muchos lo retos que se impone la CCI y el más urgente sea recuperar la credibilidad institucional, deberá también y de prisa, retomar ese liderazgo gremial para refrendar lo fundamental en los planes territoriales de desarrollo, y entre otras cosas, la importante alianza entre lo Público y lo privado, la promoción territorial y aquellos proyectos estratégicos de ciudad.                

Pero existe un reto muy particular en coherencia con el gobierno nacional quien tiene 3 delegados en su Junta directiva y serán determinantes para el éxito de su gestión, pero que además interpreta, una de las necesidades más sentidas en la ciudad campeona del desempleo y reina de la informalidad, y es la inclusión productiva de la economía popular.  Pequeñas unidades productivas con y sin registro mercantil que llevan décadas dinamizando la economía local y regional, pero especialmente sosteniendo la democracia económica nacional, pues son patriotas que no dependen de un estado asistencialista, que gustan de la libre empresa y hacen respetar el capital privado.

Es que, de los 6.7 millones de unidades productivas de todos los tamaños que tiene Colombia, cerca de 1.7 millones con registro mercantil (formales), justifican y sostienen las cámaras de comercio en todo el país, incluyendo las microempresas que son el 95% de ellas; los 5 millones restantes, son pequeños negocios que están en la informalidad más no en la ilegalidad, y que sumadas sostienen más de 13 millones de familias colombianas, en su mayoría por cuenta propia.

Ya en Ibagué tenemos cerca de 90.000 micronegocios de los cuales unos 30.000 aproximadamente han logrado registrar su actividad económica en la Cámara de Comercio y el resto casi 60.000, son prácticamente invisibles y han sido ignorados por las determinaciones gremiales, como también por el accionar municipal.

Ya estando los que son, es el momento para redimensionar las apuestas territoriales en pro de una verdadera dinámica económica que permita la inclusión productiva, el fortalecimiento empresarial, la atracción de la gran inversión y la generación del nuevo empleo que tanto reclama la ¨Ibagué Ciudad Región.