Sin hoy estar terminados los proyectos de cuarta generación (4G) que iniciaron hace 4 años, el Gobierno Nacional ya prepara las que serán las megaconcesiones de Colombia a mediano plazo.

Lo anterior lo viene desarrollando en conjunto con los distintos niveles ejecutivos de los órdenes municipal y departamental, de modo que una vez termine la construcción de las tres olas e iniciativas privadas de vías 4G, el sector remate su desarrollo ejecutorio a partir del lapso 2020 - 2022, periodo en el que se esperan culmine más de la mitad de las mismas.

De hecho, esa fue una de las conclusiones a la que llegaron Dimitri Zaninovich y Luis Fernando Andrade, presidente y expresidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), respectivamente, en la rendición de cuentas que hizo la entidad hace unos días. 

“El desarrollo de obras viales no es un tema que se realice en uno o dos años, sino en décadas. Por esto, desde el Gobierno tenemos que empezar a planear a partir de ahora las que serán las nuevas olas de proyectos que se vendrán, una vez terminemos los actuales, además de las iniciativas privadas que los interesados ya han propuesto”, resaltó Zaninovich en dicho evento.

Incluso, la cuenta de proyectos que se están ‘cocinando’ en la ANI y otras instancias del sector supera los 20, sin contar aquellos que ya fueron rechazados, en factibilidad, por no ser viables con la hoja de ruta que ha trazado el Ejecutivo desde el 2010, cuando el Instituto Nacional de Concesiones (Inco) le dio paso a la ANI.

LOS PROYECTOS 

Se trata pues de 5 carreteras, 7 aeropuertos, 3 puertos y tres corredores férreos, cuyas inversiones totales pueden superar los $20 billones y esperan dar un paso más en “el plan más ambicioso de infraestructura en Colombia desde la presidencia del general Gustavo Rojas Pinilla y que nos recuperará del histórico retraso en esta materia que tenemos, en parte por habernos concentrado en una guerra que hoy termina”, señaló Andrade en la rendición de cuentas.

Así, las entidades preparan la doble calzada entre Pereira y La Virginia, que en su momento ya tenía todo listo para iniciar, pero fue detenido tras la quiebra de la empresa Conalvías, que la tenía bajo su desarrollo. 

Otra es la ampliación de la Autopista Norte y la carrera 7.° en Bogotá, desde la calle 190 hasta la calle 245, trayectos que se unirían al que está hoy en ejecución entre el peaje de Los Andes y La Caro. Igualmente. están la parte sur de la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO), la doble calzada entre Barranquilla y Ciénaga, y la que irá entre Villeta y Guaduas, cuyo fin es conectar la salida de la capital de Colombia con el corredor troncal de la Ruta del Sol 1, 2 y 3.

Por su parte, el mapa del país sumaría también el aeropuerto El Dorado 2, que estará entre Facatativá y Madrid, y que espera conectar la Sabana de Bogotá con el tren ligero y el futuro Metro.

Además, se encuentran la ampliación de la terminal de Cartagena, que se realizaría en paralelo con la construcción de la nueva terminal en esa ciudad, pero también están la segunda intervención del de Cali, la primera del de San Andrés y la edificación del de Buenaventura.

En cuanto a puertos, están en el horno 3 iniciativas. Uno es en el Golfo de Urabá, otro la profundización del canal de acceso a la terminal portuaria de Buenaventura (para recibir los llamados buques neopospánamax) y el último tiene que ver con los puertos fluviales a lo largo del río Magdalena, los cuales están a la espera de que se abra la nueva APP para recuperar la navegabilidad de dicho corredor.

Finalmente, los corredores férreos que se planean serían 3: el tren ligero Regiotram), el Ferrocarril Central, que uniría a La Dorada con Chiriguaná y, por ende, con Santa Marta; y el Ferrocarril del Pacífico, que hoy está en proceso de caducidad.

Tomado de Potafolio (ver nota original)