En Colombia se maltratan cinco niños o niñas cada hora
Cada hora, en Colombia, aproximadamente 5 menores de edad son agredidos y maltratados físicamente como método de castigo, según lo reveló un análisis de la organización internacional Aldeas Infantiles SOS, que cruzó datos del ICBF y medicina legal de 2022.
El dato se reveló en el marco de la conmemoración del primer año de implementación de la Ley 2089 de 2021, la cual busca prohibir el castigo físico hacia los niños, niñas y adolescentes, y en donde se revelaron las estadísticas de maltrato a niño y niñas, registrando, en el último año, un aumento de cerca del 30%, pues pasó de 27.539 casos en 2021, a 36.253 en 2022, lo que puede deberse a que después de la Ley son más los casos denunciados.
Según lo explicó Carlos García, director (e) de Aldeas Infantiles SOS en Colombia, “es necesario hacer pedagogía con las familias acerca de la importancia de una crianza positiva sin castigo físico para los niños y niñas, y en esto el Estado tiene una responsabilidad enorme en poder invertir los recursos necesarios para el fortalecimiento de las familias y el mejoramiento de sus condiciones de vida, con el fin que el maltrato salga del imaginario de que es una buena manera de corregir y educar”.
Bogotá, Cundinamarca, Meta, Boyacá, Nariño, Cauca, Valle del Cauca y Magdalena, son las regiones del país donde se presentan el mayor número de casos de maltrato físico a niños y niñas.
El castigo físico sigue siendo uno de los principales motivos de maltrato infantil en todo el mundo, y una problemática generalizada pues muchos padres siguen viendo que el castigo físico constituye una manera de educar y corregir a los niños y niñas, y no lo que es: maltrato.
Un reciente estudio publicado por la revista científica The Lancet, reveló que el 63 por ciento de los niños, entre 2 y 4 años, en todo el mundo (aproximadamente 250 millones de niños) son sometidos regularmente a castigos físicos por parte de sus padres.
“El maltrato infantil también obedece a una problemática de vulnerabilidad de las familias, que no cuentan con el apoyo suficiente para mejorar sus condiciones de vida y habilidades para el cuidado. La mayoría enfrenta condiciones de pobreza y contextos de violencia. Por eso es importante que la reflexión y abordaje sobre esta problemática sea integral”, añadió García.
¿Qué hacer?
Sin embargo, para la organización internacional todas las familias, más allá de sus contextos, pueden conocer algunos tips de crianza positiva que pueden ser útiles al momento de orientar las conductas de sus hijos sin recurrir a la violencia. Aquí las recomendaciones:
Respirar y calmarse: de nada sirve actuar con furia y desespero. Ante cualquier comportamiento incorrecto de un niño o niña lo mejor es respirar, dejar que la emoción alterada se calme y luego enfrentar la situación con cabeza fría.
Dedicar tiempo a solas: muchas veces los malos comportamientos son producto de inconformidades o situaciones que se acumulan en los niños y niñas. Por eso es importante mantener diálogos constantes, tiempo a solas, con ellos, para poder descubrir si hay algo que le está afectando.
Hacer acuerdos: una forma de que el niño o niña entienda que lo que hizo estuvo mal, es evidenciando que los actos tienen consecuencias, que en ocasiones puede ser la ruptura de acuerdos previos. Por ejemplo: una ida al cine planeada puede truncarse por un mal comportamiento. El niño o niña entenderá que sus actos pueden traer consecuencias que no le convienen.
Póngase en sus zapatos y viceversa: tenga presente que todos fuimos niños y niñas en algún momento, y que hay comportamientos que son propios de cada edad. Ponte en sus zapatos. Así mismo, cuando un niño o niña se porte mal, póngalo en sus zapatos y en cómo se sentiría si alguien le hiciera algo similar.