Sigue la recuperación del centro histórico de Bogotá
Con la llegada de Gustavo Petro a la Casa de Nariño, sede de la Presidencia de la República, se comenzó a respirar un nuevo aire en el centro de Bogotá.
Una de las primeras órdenes del Jefe del Estado fue la de reabrir la plazoleta Nuñez, un espacio verde que separa al parlamento de la sede presidencial y que había sido cerrado hace más de 20 años por problemas de inseguridad.
Esa orden se cumplió ayer fueron muchos los habitantes de la ciudad, que con la debida vigilancia de la Policía Metropolitana y el Batallón Guardia Presidencial pudieron transitar entre las carreras octava y novena con calle octava, lo que estaba prohibido.
Para muchos fue una sorpresa ver como las puertas de las rejas que guardaban la plazoleta Nuñez se abrían para permitir el paso de transeúntes, quienes gozaron de la belleza de un lugar hasta ahora de uso exclusivo de quienes pasaban entre el Capitolio y la Presidencia.
Siguiendo el ejemplo y para acabar de desbloquear el paso en la Plaza de Bolívar el presidente del Senado, Roy Leonardo Barrreras, no sólo ordenó quitar las vallas que impedían que los ciudadanos se acercaran al Capitolio, sino que él mismo, fue quien inició el desmonte de esta infraestructura.
Dijo Barreras que lo que se quiere es que la ciudadanía se apropie de estos espacios, con el respeto que merecen los lugares públicos y con la responsabilidad de conservar valiosas piezas de la arquitectura.