La Semana Santa en Colombia trae consigo la suspensión de actividades cotidianas, no solo por los días festivos, sino también por la voluntad de muchos creyentes que aún recurren a las tradiciones para fortalecer la religión.

En diferentes regiones del país se evita comer carne, es por eso que el pescado adquiere protagonismo en los mercados. Sin embargo, por lo menos en Ibagué se mantienen prendidas las alarmas debido a que ya han sido incautados más de 105 kilos en descomposición.

La historia también indica que el 'viernes santo' los abuelos le daban azotes a sus hijos y nietos en nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo como una supuesta manera de ayudar a Jesús en la cruz. No obstante, esa accionar parece ya estar erradicado.

Se decía que durante jueves y viernes nadie se podía bañar, pues de hacerlo caerían en pecado y el castigo los llevaría a convertirse en pez. Además, la música, los juegos y las bebidas embriagantes no estaban a disposición.