Don Gustavo es un vendedor de dulces que se ubica desde tempranas horas de la mañana en la Plaza Manuel Murillo Toro de la capital tolimense, a comercializar los productos de su ‘chaza’.

El hombre de aproximados 60 años señaló a Econoticias que hace un tiempo pidió prestado un dinero  y que le hacen falta seis mil pesos para cancelar la deuda. Lo curioso del hecho es que fue a cancelar la plata a los cobradores y lo amenazaron con matarlo porque tenía que pagar más de este capital.

El adulto mayor dijo “yo pago lo que yo debo no lo de los demás. Resulta que ellos le prestaron dinero a una persona que estaba cerca de mi negocito, pero yo no tengo idea de quién es y ahora no les aparece el deudor y quieren cobrarme esa platica a mí”.

“Ese día cuando el parrillero se bajó a amenazarme con el revólver pensé que me iban a asesinar por los 6 mil que yo les debía, les dije: aquí les tengo su plata, denme mi paz y salvo y no quisieron; querían cobrarme los 100 mil del otro paciente que ni conozco”, señaló el hombre.

Por ahora, don Gustavo espera no se víctima de los ‘gota a gota’, que le entreguen su factura de saldar la deuda y que encuentren al que les debe. “Si algo me llega a pasar responsabilizo a esas personas”, finalizó el angustiado señor.