Desplazado de la violencia encontró refugio en Villa Resistencia
En una emotiva entrevista de Econoticias con un habitante de Villa Resistencia, se ha revelado la triste historia de desplazamiento de un hombre que, junto con su familia, fue forzado a dejar atrás su hogar en Rovira debido a la violencia que azotaba esa región.
Este hombre, que prefirió mantener su identidad en el anonimato por razones de seguridad, compartió su experiencia de desplazamiento, que ocurrió aproximadamente tres años atrás. Vivía con su madre y un tío en las afueras de Rovira, cerca de Ronces Valle, una zona que estaba bajo la influencia de grupos armados ilegales. Estos grupos descubrieron la existencia de caletas en la región y creyeron que la familia tenía información sobre su ubicación.
La amenaza de represalias y la presión constante llevaron al hombre a huir primero, dejando atrás a su familia. Su tío, sin embargo, decidió quedarse y afirmó no saber nada sobre las caletas. Posteriormente, su madre y su hermana se unieron a él en Ibagué, ya que no pudo soportar más la situación en Rovira.
El hombre llegó a Ibagué y se instaló en un hotel en la calle 19 aproximadamente un mes antes de que comenzara la ocupación de Villa Resistencia. Al enterarse de la ocupación de lotes en esta zona, decidió unirse a la comunidad que estaba formando el asentamiento.
Ahora, enfrenta la incierta situación en Villa Resistencia mientras las autoridades locales realizan operaciones para recuperar el terreno. A pesar de los desafíos y las dificultades que enfrenta, este habitante destaca la diversidad de la comunidad en Villa Resistencia, que incluye a personas desplazadas, familias y personas discapacitadas, junto con aquellos que están generando tensiones.
El hombre ha buscado el reconocimiento de su condición de desplazado y los derechos asociados, pero hasta el momento no ha recibido ninguna ayuda oficial. Espera que las autoridades locales proporcionen la asistencia necesaria a las personas en su situación.
El proceso de registro en Villa Resistencia se ha vuelto crucial en medio de la incertidumbre sobre el futuro del asentamiento. Las autoridades han solicitado documentos y registros para identificar a los residentes, lo que ha creado incertidumbre para aquellos que no aparecen en el censo.