La localidad de Ciudad Bolívar al sur de Bogotá se había convertido en uno de los escenarios predilectos para que una tenebrosa banda liderada por dos sujetos, se apoderara de las tapas metálicas de los diferentes barrios de la localidad.

Los ladrones según versiones se hacían pasar por habitantes de calle, con el fin de despistar a las autoridades y con costales al hombro comenzaban a recorrer las calles, pero no para buscar elementos ecológicos, si no para fijar los sitios donde se encontraban las costosas tapas.

De esta forma los sujetos llegaron a uno de los corredores viales cercanos a la parte comercial y dejaron caer los talegos de cabuya en la vía y con poderosas varillas de acero comenzaron a extraer las tapas.

Dentro de este recorrido lograron extraer cuatro cubiertas de acero para luego huir con rumbo desconocido y de esta forma entregárselas a sus compinches para las respectivas ventas.

Vecinos de la zona que se percataron del hecho dieron aviso a la policía de la forma como estos individuos estaban hurtando estos elementos de hierro. 

La policía se trasladó al punto y luego de una exhaustiva búsqueda lograron capturar a los ladrones. En el momento de la requisa se les logró encontrar en los costales más de cuatro tapas metálicas avaluadas en más de un millón de pesos. Los malandros fueron entregados a las autoridades competentes.