Momentos de angustia se vivieron en un conjunto residencial del sector de Bosa (Alameda del Río), al sur de la capital, luego de presentarse el crimen de uno delo guardas de seguridad, quien estaba de turno. 

La hoy víctima quien está por identificar como todas las tardes llegó juiciosamente a laboral y luego de recibir el libro de novedades, lo firmó y de inmediato se puso a trabajar en una de las casetas de vigilancia. Pero ya la muerte había llegado al punto para llevarse el alma de este abnegado trabajador.

Las horas pasaron y el querido y estimado celador seguía con sus rondas de seguridad sin pensar que sus horas de vida estaban contadas.

Una de las hipótesis que se manejan en torno a este caso judicial, se presentó en el momento que el sicario llegó al conjunto residencial a buscar a su víctima. Una vez lo observó en la caseta, sacó un revólver y sin piedad alguna, le apuntó, apretó el gatillo y le disparó.

Los proyectiles hicieron blanco en el cuerpo del hombre de la seguridad quien cayó  al piso y lamentablemente la muerte lo abrazó.

Del sicario se pudo conocer que salió corriendo y se subió, al parecer, a un automóvil que lo estaba esperando. 

La policía se encargó de las investigaciones pertinentes y revisa cámaras  de seguridad para revisar si en alguna de ellas quedó grabado el rostro del criminal. Se desconocen las causas del homicidio.