La oveja Dolly cumpliría hoy 20 años
Hoy la oveja Dolly estaría de cumpleaños. La fama internacional de su lana no se debe a su denominación de origen escocés. La popularidad le viene por haber sido el primer mamífero clonado de la historia que, como cualquier otro animal clonado, se gestó en un tubo de ensayo.
Hace 20 años Ian Wilmut y Keith Campbell, investigadores del Instituto Roslin de Edimburgo (Reino Unido), dieron a luz a Dolly después de 277 intentos por transferencia nuclear. El embrión genéticamente idéntico al de la oveja donante se consiguió a partir del núcleo de una de sus células adultas, que se introdujo dentro del óvulo de otra oveja, y después se implantó en el útero de una tercera que cedió su vientre a la gestación.
Los padres de Dolly dieron a luz a la oveja después de 277 intentos
A pesar de tratarse de una proeza inédita los padres de la criatura aún tardaron siete meses a anunciar su nacimiento al mundo, en la revista Nature. “Me acuerdo muy bien cuando salió aquel artículo, fue emocionante”, recuerda Thomas Graf, del Centre de Regulació Genòmica (CRG) al frente de un grupo de investigación sobre regulación genética, reprogramación y células madre.
Otros se sorprenden por el paso del tiempo: “¿Ya han pasado 20 años?”, exclama Mark Grossmann, codirector de embriología de Barcelona IVF, que por aquel entonces se estaba doctorando en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
“Me acuerdo muy bien cuando salió aquel artículo, fue emocionante”
THOMAS GRAF
Investigador en células madre del Centre de Regulació Genòmica
Por su parte Ángel Raya, director del Centre de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMR[B]), apunta al “cambio de paradigma total” que supuso la clonación de la oveja y la “excitación” que creó en el campo de la embriología. Raya también señala el debate social y legislativo que suscitó en la opinión pública. Por ejemplo, en el mismo número de la revista Nature otros artículos se preguntan si la clonación es un ataque contra la dignidad humana. “La polémica sobre si clonaríamos personas se acabó rápido”, apunta Grossmann.
Reproducirse sin sexo
La clonación es una forma de reproducción sin sexo de por medio. Del proceso se consiguen copias genéticamente idénticas, con la misma secuencia de ADN. Algunas plantas, hongos y bacterias la practican de forma natural.
En el laboratorio algunos científicos querían probarlo también con otros seres vivos. Y antes de ovejas hubo ranas. A mediados del siglo pasado el biólogo John Gurdon clonó un ejemplar de la especie Xenopus laevis.
Una rana fue el primer ser vivo clonado de la historia, a mediados del siglo pasado
Más tarde Karl Illmensee de la Universidad de Ginebra (Suiza) y Peter Hoppe del Laboratorio Jackson (EE UU) publicaron en 1981 la clonación de ratones. “Aquel artículo cayó en desgracia porque ningún otro grupo de investigación consiguió reproducir el experimento”, recuerda Raya sobre un trabajo que fue portada de la revista Cell.
Hasta 15 años más tuvieron que pasar después de aquel episodio para llegar hasta Dolly, y al cabo de un año sí que finalmente le llegaría el turno al ratón. “Durante décadas se pensó que la clonación de mamíferos era imposible”, comenta Graf.
El lapso de tiempo entre estos experimentos se debe al tipo de recipiente celular utilizado para la clonación, apunta Graf en una perspectiva histórica publicada en Cell. Raya recuerda que se trata de una “técnica difícil, complicada y poco eficaz: lo más normal es que no salga”. Para los experimentos de Wilmut y Campbell hacía falta ser “muy manitas y repetitivo”, resume con un tono divulgativo.
“La clonación es una técnica difícil, complicada y poco eficaz: lo más normal es que no salga”
ÁNGEL RAYA
Director del Centre de Medicina Regenerativa de Barcelona
“Estos experimentos resolvieron dos dudas que quedaron sobre los experimentos de Gurdon”, comenta sobre estos episodios históricos Graf: las células cultivadas de la rana no estaban contaminadas con células madre y la técnica podía aplicarse a mamíferos.
El Nobel para la rana
En 2012 Gurdon recibió el premio Nobel de Medicina por demostrar que se podía crear un organismo a partir de una célula adulta diferenciada -del intestino, en su experimento-.
Este científico compartió el galardón con Shinya Yamanaka, el padre de las células pluripotenciales inducidas (células iPS). El japonés fue el primero en hacer recular una célula adulta para que recuperase su capacidad inicial de especializarse en cualquier tipo de célula del cuerpo humano, y no solo uno.
Los investigadores que crearon la oveja Dolly no recibieron el Nobel de Medicina
“No sé si Yamanaka se hubiese atrevido a diseñar células iPS sin los experimentos previos con Dolly porque sus experimentos eran super arriesgados”, comenta Thomas Graf. La oveja demostró que las células de cualquier tejido del cuerpo contienen toda la información necesaria para producir un nuevo animal.
Mientras tanto la oveja se quedó sin el galardón de la Real Academia de las Ciencias de Suecia. “Mucha gente echó de menos el reconocimiento a Wilmut, es difícil trazar una línea recta de las ranas a las células iPS sin que pase por Dolly”, opina Ángel Raya, director del CMR[B].
La resurrección de especies extintas
La clonación es una técnica que aún conserva su potencialidad a día de hoy. Una de sus aplicaciones es la de volver a la vida especies extintas, tal y como planteaban de nuevo hace tres años investigadores de la Universidad de Stanford (EE UU) en la revista Science. Hasta ahora se ha probado con el mamut lanudo o el tigre de Tasmania. “Hace falta tener tejido congelado para mantener el ADN en perfecto estado”, comenta Graf.
En España se consiguió a medias en el año 2003. Por primera se resucitó un ejemplar de la especie del bucardo de los Pirineos, una cabra híbrida extinguida en el 2000. Pero Celia, como bautizaron al clon, nació con una mutación que le dificultaba la respiración. Algo parecido le pasó a Dolly, a la que se sacrificó el mismo año por una enfermedad progresiva pulmonar, aunque no se ha demostrado la vinculación entre la patología y la clonación.
La clonación permitió resucitar un ejemplar extinto de la especia del bucardo de los Pirineos
Al cabo de un año el coreano Hwang Woo-suk publicó en la revista Science uno de los mayores fraudes científicos de la historia. El investigador aseguró haber clonado células madre de origen humano, un éxito que aún tardaría un tiempo más en llegar.
El primer éxito en humanos de la técnica de la clonación de Dolly se consiguió hace tres años. Un grupo de científicos estadounidenses clonó las primeras células madre embrionarias humanas con la misma técnica que hizo nacer a Dolly. El objetivo de la técnica no es clonar personas sino llegar a la fase de blastocito de los primeros días del embrión para extraer células madre.
Mientras la ciencia avanza Dolly descansa en el Museo Nacional de Escocia, en Edimburgo, donde se exhibe disecada entre más de 10.000 objetos.
Fuente: La Vanguardia (leer nota original)