Células plasmáticas: una alternativa duradera para contrarrestar un segundo ataque del COVID-19
En diálogo exclusivo con Econoticias, el investigador del Centro de Vacunas e Inmunidad para Patógenos Microbianos de la Universidad de Washington, Ali Ellebedy, explicó cómo las células plasmáticas se encargan de producir anticuerpos durante décadas luego de haber contraído el coronavirus.
Inicialmente, Ellebady dijo que si bien la ciencia no ha podido determinar con exactitud por qué la médula ósea representa el albergue ideal para ese tipo de células, sí existen procesos que evidencian que allí alcanzan un periodo de actividad mucho más prolongado en cada organismo.
El papel de la médula
Del mismo modo, manifestó que las condiciones de la médula son tan favorables que incluso algunas investigaciones exponen anticuerpos en la etapa adulta con base en procesos infecciosos que se desarrollaron durante la niñez. Además, sostuvo que las células plasmáticas representan un primer 'caparazón' para combatir el virus, mientras que las de la memoria reaccionan en segunda instancia.
En el eventual caso de un segundo dictamente positivo por COVID-19 tras haber superado el tiempo de inmunidad, Ali Ellebady aclaró que los anticuerpos proceden a destruir la proteína del virus, evitando así que llegue directamente a las células.
Fortalecimiento del sistema inmune
Así las cosas, como cada persona tiene un sistema inmunológico diferente, posibles casos de medicación o enfermedades crónicas determinan las variables con respuestas más débiles que otras, y generan también resistencia en las modificaciones que puedan tener el virus.
Según Ali Ellebady, una de las maneras para mantener fortalecidas las acciones inmunes tiene que ver con la alimentación saludable. Sin embargo, recalca que las vacunas representan hoy la principal herramienta para combatir directamente el COVID-19 toda vez que su efecto es mucho más focalizado.