La lucha de comunidad indígena en el Tolima por recuperar los derechos que el conflicto armado les arrebató
La comunidad indígena Casa de Zinc, perteneciente al pueblo Pijao y ubicada en el municipio de Ataco, busca recuperar los derechos territoriales que le fueron arrebatados por grupos armados ilegales durante el conflicto armado en el Tolima.
La acción judicial está dirigida a beneficiar a 50 familias, conformadas por 242 personas, que padecieron flagelos como el confinamiento y otras graves afectaciones.
Entre las cicatrices que dejó la guerra se encuentra el cobro del impuesto revolucionario, conocido como vacuna extorsiva, que en múltiples ocasiones forzó a las familias a abandonar su territorio.
Además de la pérdida de tierras, la comunidad sufrió la vulneración de su autonomía al estar sometida a las órdenes de grupos armados ilegales. Las amenazas de reclutamiento de niños, niñas y adolescentes eran constantes, lo que generó temor y fracturó la dinámica social de la comunidad.
El impacto también alcanzó su integridad cultural, al imponer horarios de movilización que afectaron prácticas tradicionales como la pesca y obligaron al abandono de sitios sagrados. Estas restricciones quebrantaron las costumbres y ritos ancestrales que constituyen la esencia espiritual y cultural del pueblo Pijao.
En este contexto, la Unidad Administrativa Especial para la Gestión de la Restitución de Tierras Despojadas y Abandonadas Forzosamente (UAE-GRTD) busca que el juez ordene la restitución de los derechos étnico-territoriales de la comunidad y que el Estado brinde el apoyo necesario para superar las consecuencias del conflicto.
Este apoyo incluiría herramientas para fortalecer su tejido social, económico y cultural, permitiendo a Casa de Zinc reconstruir su vida en armonía con la naturaleza, tal como lo hicieron sus ancestros.
El proceso jurídico avanza ante el Juzgado Tercero Civil Especializado en Restitución de Tierras de Ibagué. Según Héctor Canal, director territorial de la Unidad de Restitución de Tierras (URT) en Tolima, esta acción judicial es crucial: “Este es un paso fundamental para garantizar los derechos de las víctimas del conflicto armado y para avanzar en la construcción de una paz duradera en el país”.
Por su parte, el líder ancestral de la comunidad expresó su esperanza: “Queremos recuperar nuestras tierras y poder vivir en paz y armonía con la naturaleza, tal como lo han hecho nuestros ancestros”.
Cabe recordar que durante años, el sur del Tolima fue escenario de una fuerte presencia de las FARC EP, lo que afectó no solo al campesinado, sino también a las comunidades indígenas, quienes sufrieron despojo, violencia y la fragmentación de sus tradiciones culturales y espirituales.