Seguramente usted ha estado atento y expectante sobre los acontecimientos políticos y electorales que tienen a Venezuela en el ojo del huracán. Sin embargo, ¿se ha preguntado por qué tanta soberbia, seguridad y desfachatez por parte de Nicolás Maduro y su grupo de gobierno frente a la comunidad internacional? La realidad es que en términos de geopolítica internacional pesa más el equilibrio de poder en torno al respaldo que los países aliados (Rusia, China y países árabes) otorgan a Venezuela, esto independiente de las injusticias cometidas, las sangre y lágrimas que puedan derramar nuestros hermanos venezolanos. 

Pues bien, si analizamos la realidad de Venezuela desde el enfoque propio de la geopolítica internacional, entenderemos que este país posee las mayores reservas de petróleo en el mundo, esto lo hace de cierta manera, intocable gracias a la relación de coexistencia que tiene con Rusia, China y hasta con los Estados Unidos. El Top 10 de países con mayores reservas probadas de petróleo para el año 2023 está conformado así: Venezuela, 303,800 millones de barriles; Arabia Saudita, 258,600 millones; Irán, 208,600 millones; Canadá, 170,300 millones; Irak, 145,500 millones; Kuwait, 101,500 millones; Emiratos Árabes Unidos, 97,800 millones; Rusia, 80,000 millones; Libia, 48,300 millones; Estados Unidos, 47,100 millones de barriles. La fuente de los anteriores datos proviene de la Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) y de la OPEP.

Conforme a las perspectivas establecidas por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo OPEP, en el mundo había 1,65 billones de barriles para el año 2014. En ese sentido si la producción fuera constante a razón de 83 millones de barriles al día, habría petróleo para 54 años. Sin embargo, Venezuela, el país con más reservas probadas, al ritmo actual de producción tendría petróleo para más de 300 años y Arabia Saudita para 70 años.

Después de analizar los datos numéricos anteriormente mencionados y los volúmenes de reserva que ostentan los 10 principales países, vale la pena anotar que Colombia ocupa el puesto 36 con apenas 2,074 millones de barriles, lo que no deja entrever que estamos lejos de ser un actor importante en cuanto a producción de hidrocarburos y derivados, condenados a importar gasolina, gas natural y fertilizantes. 

Esta es la crónica de una muerte anunciada: no podemos seguir siendo miopes respecto de esta coyuntura. Más allá de la monarquía absolutista por la que ha pasado y seguirá pasando Venezuela, lo que existe es una dictadura disfrazada de izquierda bolivariana que tiene como único y principal fin,  el control de la más grande reserva de petróleos pesados en el mundo que solo pueden ser procesados en países con  la tecnología para su refinación como Estados Unidos, China y Rusia.

Pocos entenderán la interdependencia compleja que existe entre Estados Unidos y Venezuela gracias al petróleo. Me atrevo a pensar que al Tío Sam poco le importa la situación que hoy se vive en Venezuela excepto por la cantidad de migrantes venezolanos que han ingresado y pretenderán hacerlo por México hacia los Estados Unidos.

Lastimosamente, la situación será muy compleja para la mayoría de los venezolanos. Para muchos, quedó frustrado el sueño de regresar a su país; quizá otro gran número de la población estará tratando de luchar contra el régimen de Nicolás Maduro apoyados por la comunidad internacional y por millones de habitantes del mundo que no soportamos semejante atropello a los venezolanos que quieren un cambio para recuperar sus vidas y poder vivir en sana prosperidad.

La gran verdad es que Venezuela es un país intocable en términos de orden internacional. Rusia, China y seguramente varios países árabes, estarán del lado de Venezuela y desde ningún punto de vista van a permitir intervención alguna. Estados Unidos se mantendrá neutral pues no es negocio casar peleas por una situación que en términos prácticos ni le va ni le viene. Los países europeos que han sentido la inclemencia del conflicto Rusia–Ucrania seguramente expresarán su inconformismo con el régimen de Maduro tratando de estar del lado de la oposición y del pueblo venezolano, pero en el fondo preferirán mantenerse aislados frente a cualquier tipo de intervención. Naciones Unidas no tiene mayor poder en este momento y seguramente la diplomacia no les funcionaría muy bien con Nicolás Maduro.

Amanecerá y veremos qué sucede en Venezuela. Solo la firmeza y autodeterminación del pueblo venezolano podrá cambiar esta situación. El vecino país solo logrará su segunda independencia si el pueblo venezolano, los ejércitos y las fuerzas de oposición se ponen de acuerdo para recuperar lo que les pertenece.