Las nuevas instituciones educativas que se construyen en Ibagué cuentan con los últimos detalles de ingeniería que las hacen modernas, resistentes y adecuadas para miles de estudiantes ibaguereños, que anhelan estrenarlas.

Pero también en ellas hay un detalle que no es de menor importancia que hace que los niños y jóvenes se sientan cómodos y agradados de estar en el colegio: Las zonas verdes.

De esa parte 'bonita' de los nuevos megacolegios, que en algunos casos es un verde prado, en otros unos refrescantes árboles o un espacio común pensado para la hora del descanso y el compartir de los estudiantes, está a cargo la ingeniera forestal Samira Betancourt, que lleva toda una vida embelleciendo edificios y construcciones.

"Empezamos por el colegio San José; allá se hizo la limpieza del terreno, después le agregamos unas capas de tierra y suministramos la zona verde para darle ya el toque final que es los jardines, que le da embellecimiento a la obra para que se vea ya terminada", nos explica.

Pero también se ha encargado de la parte ambiental en las instituciones Sagrada Familia, Normal Superior y Santa Teresa, que están prontas a finalizar sus obras, para disfrute de su comunidad educativa.

Samira nos cuenta que no es un trabajo fácil, implica nivelar el terreno, fertilizar el suelo, pero sus amplios años de experiencia en el manejo de cuentas hidrográficas, reforestación y trabajos ambientales en otras construcciones le proporcionan el bagaje para hacer ese trabajo que ella disfruta.

"Me gusta untarme, no sólo dirigir, porque para uno explicarles a los muchachos toca uno saber cómo se hacen las cosas, porque cómo va a exigir uno si no sabe", agrega.

Ella viene de una familia de siete hermanos, donde aprendió cómo se debía trabajar con hombres y como ganarse el respeto, como ella misma dice haciendo, así ha logrado ser una líder en medio de labores que son ejercidas principalmente por varones.

"Lo que más me gusta de este trabajo es que llega uno a una obra y está todo revolcado y cuando empieza a hacer lo de uno, se comienza a ver limpio, como yo digo ya es el toque final y si Dios quiere sigo laborando hasta donde tenga trabajito", concluye sonriente.