A los males que agobian a esta turística y agradable zona, ahora se le suman los niveles de contaminación ambiental y auditiva, daños en las vías y consecuencias del paso de vehículos que a diario transportan escombros para su disposición en zona rural.

Ha dicho a Econoticias Mario Rico, presidente de la Junta Comunal del Salado, que no se está cumpliendo con la debida vigilancia y el control a los efectos que le vienen generando a la comunidad el constante paso de vehículos que circulan cargados de residuos, desechos de construcciones, material removido para las edificaciones y en fin, elementos que van a ser dispuestos en la escombrera autorizada por el municipio y que está ubicada en la vereda La Murraposa en el corregimiento de San Bernardo, a pocos minutos del barrio en mención, mientras tanto, por ningún lado se ve la Inspección Ambiental de Ibagué ni de Cortolima, afirma el líder.

“Esto ha hecho que las vías estén acabadas y por ningún lado se ejercen los controles y acción por parte de las autoridades para contrarrestar los efectos negativos que debemos soportar quienes vivimos en el salado, pues ante el ruido constante, el polvo y el deterioro en la calidad de vida de los propietarios y moradores, no se muestra interés por parte de quienes deben velar para que esto no suceda”; afirma Rico.

“Parece que al Salado lo tienen como el patio trasero de Ibagué, pues a pesar que poseemos un clima agradable, excelentes paisajes, riqueza eco turística y de ser considerados como el Pueblito Tolimense, hay flagelos que van en contra vía de todo lo que se ha hecho por el sector, pues nos quieren meter la cárcel para menores en la zona rural, sufrimos la contaminación por malos olores de las avícolas que están aquí, nos destruyen las vías y siguen contaminándonos con la escombrera”, concluyó el presidente del Salado.