Uno de los eventos más memorables de la edición del 50° Festival Folclórico Colombiano, es el San Juan, una fiesta cargada de tradición y cultura que invita a conocer las raíces de la región, una muestra de la naturaleza y de celebrar la luz y la vida en todas sus formas.

El origen de esta fiesta se vincula a las antiguas celebraciones del solsticio de verano, que ocurren entre el 20 y el 23 de junio. En estas fechas las culturas precristianas rendían culto al sol y al alargamiento del día. El rito principal consistía en encender una gran hoguera, un símbolo de dar más fuerza al sol, antes de que los días comenzaran a acortarse rumbo al solsticio de invierno.

Con la llegada del cristianismo, estas celebraciones paganas fueron adaptadas. El 24 de junio se instituyó como el día de San Juan Bautista, coincidiendo con su nacimiento, seis meses antes del nacimiento de Jesucristo.

Según la tradición bíblica, Zacarías, padre de Juan Bautista, encendió una hoguera para anunciar el nacimiento de su hijo, estableciendo un paralelo con las antiguas fogatas del solsticio de verano.

La festividad de San Juan llegó a América con la conquista española, donde se entrelazó con las tradiciones de los pueblos aborígenes. Este sincretismo cultural fue fomentado por las misiones católicas, que buscaban convertir a los nativos considerados paganos. En nuestro país, esta mezcla de creencias y costumbres dio lugar a una celebración única, rica en simbolismo y expresiones culturales autóctonas.

Por lo anterior, la celebración del San Juan no es solo es una muestra de la herencia histórica y cultural, sino una ocasión para fortalecer la identidad y el sentido de comunidad.

Por esto mismo, la capital musical de Colombia está viviendo la versión 50 de esta festividad, incluyendo diferentes muestras culturales que incluyen música, danzas, reinados y un el desfile que se llevó a cabo este domingo por la carrera Quinta.

Por último, la administración local hace la invitación a los ibaguereños y visitantes a formar parte de la tradición que ha perdurado a lo largo de los siglos y continúa evolucionando, reflejando la identidad y el espíritu del pueblo Tolimense.