Seis meses va a completar una fuga de aguas negras en el barrio Chicó y la comunidad no sabe qué hacer
Muy desesperados por los nauseabundos olores se encuentran algunos residentes del barrio Chicó, debido a una fuga en una tubería de aguas negras que ha venido afectando el bienestar de niños, adolescentes y adultos del sector.
Al parecer la fuga se produjo por el alto estado de deterioro en que se encuentran gran parte de la red de alcantarillado que ha afectado directamente más de 50 familias ubicadas en el sector de la manzana 3, en primera medida la zona de afectación se ha convertido en un criadero de zancudos que ha afectado la salud de algunos residentes.
En un primer acercamiento entre los funcionarios del IBAL y la comunidad se realizó una visita técnica a cargo de algunos ingenieros quienes evaluaron la situación y determinaron que lo mejor era reponer el tubo y realizar la pavimentación, sin embargo, a la fecha no se ha realizado ninguna intervención.
Al parecer una de las razones que recibió la señora Deyanira Alcántara, presidente de la Junta de Acción Comunal tiene que ver con el hecho de la falta de material para la reposición no sólo en el barrio Chicó sino también en otros puntos críticos en el Salado. El temor de la comunidad es que en el punto por donde se están derramando las aguas negras es sobre una de las vías principales por donde habitualmente transitan vehículo de carga pesada como busetas y el carro recolector de basuras.
Frente a esta situación es probable que la fractura en el tubo se termine agrandando toda vez que el hueco está expuesto para que elementos como piedras y escombros caigan sobre el tubo. El llamado de la comunidad es para que desde el IBAL atiendan a la mayor brevedad la situación y de esta manera se reduzca el riesgo de alguna emergencia sanitaria en el barrio.