En diálogo con Ecos del Combeima, el empresario Armando Gutiérrez se refirió acerca del funcionamiento de Ibagué Limpia como figura jurídica, y la efectividad del mismo.

Inicialmente, mencionó la importancia de Ibagué Limpia para la ejecución de proyectos, pues, por medio del modelo sobre el que funciona en Ibagué, se destinan recursos de los ingresos percibidos, a la ejecución de proyectos del municipio, esto por medio de un operador del servicio de recolección de carácter privado.

Gutiérrez aclaró que, este modelo se diferencia de otras ciudades, donde se realiza el servicio de operación de manera abierta, en que, en estos casos el operador se limita a recibir los recursos propios del cobro de la tarifa, y asimismo realizar la prestación del servicio.

“Los modelos societarios no son ni pública, ni privada, son un punto intermedio, lo que le permite a la municipalidad participar de los beneficios”, mencionó el empresario.

En cuanto a la calidad de la prestación del servicio, Gutiérrez advierte que, esto se puede manejar a través de un instrumento de planeación llamado ‘Plan de Gestión Integral de residuos’, el cual hace parte del direccionamiento institucional, que se maneja desde la relación sociativa, de la que pertenece la Administración Municipal.

“No necesariamente para mejorar la calidad del servicio tengo que acabar la sociedad, porque le convendría más al operador no tener a Ibagué Limpia”, recalcó Gutiérrez, haciendo énfasis en que, en caso de desaparecer la figura de Ibagué Limpia, el operador trabajaría con el modelo de las otras ciudades mencionado anteriormente.

Finalmente, a la discusión de si debe, o no, Ibagué Limpia rendir cuentas, Gutiérrez se remite a la sentencia C-736-07, que se refiere a estas empresas dedicadas a la prestación de servicios públicos, ya sean mixtas o privadas, como entidades descentralizadas.

Con esta condición, Ibagué Limpia estaría sujeta a un control de tutela, que permita dar seguimiento de políticas públicas, y su alineación con el plan de desarrollo.