Continúa la novela de la presunta contaminación del agua de la Arboleda Campestre
Los residentes de la urbanización La Arboleda del Campestre, ubicada en Ibagué, afirman vivir en incertidumbre y temor por la calidad del agua que consumen en sus hogares. La urbanización, que es de interés social y prioritario, enfrenta además dificultades económicas, como el pago de altos costos en los servicios públicos, impuestos y créditos hipotecarios, lo que agrava la situación de muchas familias.
La preocupación principal de la comunidad gira en torno al agua, que, según ellos, no es apta para el consumo humano. A pesar de una asamblea realizada en marzo de 2024 con la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (IBAL) y la administración municipal, no se lograron compromisos concretos para mejorar la situación. La veeduría de servicios públicos domiciliarios y los residentes han expresado su frustración ante la falta de respuestas claras y transparencia por parte de las autoridades.
La veeduría y el propio concejal Andrés Zambrano, han dejado ver sus dudas frente a una visita organizada del IBAL con algunos administradores de varios conjuntos del sector a la planta de tratamiento.
A través de un comunicado, la veeduría señaló que los estudios de calidad del agua, específicamente los parámetros especiales, siguen sin realizarse. Esto ha generado una serie de inquietudes en la comunidad, entre ellas:
¿Por qué solo los administradores de los conjuntos tienen acceso a la información sobre el agua y no los residentes directamente afectados?
¿Están los administradores capacitados para interpretar la normativa sobre agua potable?
¿Por qué no se ha mostrado el recorrido del agua cruda desde su captación hasta la planta de tratamiento?
¿Por qué se negó la visita del personero municipal de Ibagué?
¿Se verificaron los procedimientos legales sobre la potabilidad del agua antes de inaugurar la planta de tratamiento?
La veeduría también denunció que, tras los recorridos realizados en la bocatoma y el canal de riego agrícola que abastece la planta de tratamiento, persisten dudas sobre el cumplimiento de las normativas. Además, las patologías de salud observadas en niños y adultos mayores refuerzan las sospechas de que podría haber irregularidades en los procesos de captación, conducción y tratamiento del agua.
La comunidad de La Arboleda del Campestre exige respuestas claras y acciones inmediatas para garantizar su acceso a agua potable de calidad, mientras la preocupación crece ante la falta de soluciones concretas.