Ibagué se volvió a ubicar en el tercer lugar de desempleo a nivel nacional con un registro negativo del 16.6%; sin embargo, el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo prefirió librarse de responsabilidades y optó por cuestionar a los comerciantes y empresarios en torno a su aporte a la generación de puestos de trabajo.

A través de un interrogante el mandatario local dio a entender que no es absoluta responsabilidad del municipio garantizar la ocupación de sus ciudadanos, y en cambio le tiró la ‘pelota’ a la Cámara de Comercio de Ibagué y a Fenalco como actores fundamentales del gremio económico del departamento.

Jaramillo, intentando desconocer las cifras oficiales reveladas por el DANE, dijo que el Gobierno Municipal está haciendo su trabajo, acciones que lucen ausentes en el informe del trimestre noviembre-enero, el cual expone a la capital tolimense en medio de un preocupante y desolador panorama.

El ‘contrapunteo’ de Fenalco y la CCl

La Federación Nacional de Comerciantes, seccional Tolima, fue absolutamente mesurada en sus declaraciones, y contrario a la postura crítica que había asumido en anteriores ocasiones contra el Gobierno Municipal, ni siquiera se atrevió a mencionar al alcalde.

Fenalco solo se limitó a destacar cómo el gremio comercio, hoteles y restaurantes es el mayor generador de empleo en la ciudad de Ibagué con un total de 82 mil puestos, cifra que representa el 34% del total de personas ocupadas (242 mil), y mencionó que las actividades de transporte, almacenamiento y comunicaciones, también relacionadas con el comercio y los servicios, igualmente hicieron un significativo aporte.

Por su parte, la Cámara de Comercio de Ibagué a través de su presidente ejecutivo, Luis Alfredo Huertas, fue mucho más directa en sus apreciaciones. El directivo dijo que Jaramillo “quiere escudarse en los gremios y los empresarios por el trabajo que él no hizo”, y denunció que el mandatario local pretende desviar la atención a través de sus polémicas y desafiantes afirmaciones.

Huertas aprovechó para cuestionar la incipiente meta del cuestionado alcalde en su Plan de Desarrollo con respecto a la reducción del desempleo, pues el oficio solo estima un punto (15%) por debajo del porcentaje con que recibió la ciudad, y ni siquiera así pudo darle cumplimiento a dicho objetivo.