La Contraloría Municipal puso 'entre ojos' la fase l del Acueducto Complementario
En medio del escándalo que se desató a raíz del supuesto conflicto de intereses que habría existido en el acto del pasado 26 de octubre, en donde supuestamente se quiso enaltecer la imagen del exgerente del IBAL, José Alberto Girón, quien curiosamente días después se convirtió en el candidato oficial para suceder a Guillermo Alfonso Jaramillo en la Alcaldía, la Contraloría también le cayó encima a la Administración Municipal.
Ariel Augusto Medina, jefe del organismo de control en la capital tolimense, aclaró que para la vigencia 2019 se tiene programada una serie de auditorías regulares en torno al Gobierno Municipal, dentro de las que se encuentran como principales objetivos: Infibagué, el IMDRI, la Gestora Urbana, la Unidad de Salud de Ibagué y el IBAL. Aunque el contralor aclaró que la apertura de investigaciones no tiene nada que ver con el escándalo del día de ayer, las presuntas inconsistencias sí serían un determinante para agilizar los trámites.
"Dentro de la auditoría regular del IBAL, en los objetivos específicos está incluida toda la parte de contratación de la fase l del Acueducto Complementario. La información que salió en los medios de comunicación ya está incluida dentro de la auditoría regular. El año anterior se recibió una denuncia, por eso está incluida dentro de los objetivos específicos de la auditoría; como ya era finalizando año, se incluyó dentro de la auditoría regular que iba a comenzar en el 2019", explicó Medina.
El contralor de Ibagué dijo que a finales de mayo se estarían entregando los informes de la auditoría al IBAL, pues no solo estará en la mira lo concerniente a la contratación, sino también lo relacionado a la gestión, la legalidad y los resultados. Ante el interrogante de un presunto detrimento patrimonial por cuenta del significativo costo que representó el concurrido acto de entrega de la fase l a pesar de que al parecer no se encontraba terminada, Ariel Augusto Medina admitió que existe dicha posibilidad, pero prefirió no adelantarse a las investigaciones.
En contexto
Una de las principales apuestas de Guillermo Alfonso Jaramillo al parecer terminó convirtiéndose en un nuevo ‘dolor de cabeza’ para la Administración Municipal, que en medio del escándalo por el déficit de facturación del impuesto predial y la continuidad de los cobros exorbitantes, tendría que acarrear ahora con lo que parece ser un desacuerdo entre el alcalde y el gerente del IBAL.
El pasado 26 de octubre el Gobierno Municipal entregó en medio de un concurrido acto la fase l del Acueducto Complementario; sin embargo, dicho ‘pantallazo’ habría tenido objetivos diferentes a la mera exposición de la terminación de las obras, pues al parecer existen serias inconsistencias que darían cuenta de trabajos inconclusos que van en contravía del 100% de ejecución.
"Estamos entregando una realidad que nadie creía que fuéramos a entregar (...) esto es una realidad, hoy lo que ustedes ven se ha hecho con los impuestos de los ibaguereños, aquí estamos invirtiendo ese dinero para que los ibaguereños vean que sí se está cumpliendo con un plan de gobierno que presenta un alcalde muy responsable", dijo en esa ocasión José Alberto Girón.
Todo parece indicar que en medio del afán por catapultar la imagen de José Alberto Girón a través de la promoción de una superlativa gestión, la Alcaldía improvisó la entrega de la fase l del Acueducto Complementario a sabiendas de que existían varias tareas pendientes. Y es que curiosamente unos días después del acto, Girón se convirtió en el que sería el sucesor de Jaramillo en el Palacio Municipal.
Con quien no se habrían puesto de acuerdo sería con el actual gerente del IBAL, Carlos Fernando Gutiérrez, quien al parecer dijo, en declaraciones suministradas a El Nuevo Día, que la fase l no ha sido entregada y que el acto del pasado 26 de octubre solo sirvió para dar a conocer el avance de las obras hidráulicas que garantizaban el transporte del preciado líquido.