Ante los pronunciamientos de la Policía del Tolima que advierten sobre un fenómeno de extorsiones que surgen desde el Coiba de Ibagué, el secretario de Gobierno, Edward Amaya, reconoció que existen situaciones irregulares en el interior del centro carcelario.

“La cárcel de Picaleña es la universidad de la extorsión, eso lo hemos dicho desde hace mucho rato. En una charla que tuvimos en Bogotá con el director de la Policía, le expresamos esa preocupación", dijo el funcionario en diálogo con la redacción local de Ecos del Combeima.

Por otra parte, reconoció que el supuesto bloqueador de señal, dispuesto para evitar cobros violentos y negocios ilícitos entre los internos y el exterior, tampoco se encuentra en funcionamiento, facilitando así la salida permanente de llamadas intimidatorias.

"Una de las cosas que nos ha prometido la Policía es que se van a concentrar en las extorsiones porque es un delito que está aumentando en todo el país. El bloqueador de señal no está funcionando; en el Comité de Orden Público hablamos sobre la posibilidad de nosotros aportar, pero parece que no se puede", agregó Amaya.

En ese orden de ideas, queda entonces en manos del INPEC la eventual adquisición del dispositivo que interrumpe las comunicaciones.