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Campo monogenético Los Guacharacos: El gran ausente del tema volcánico de Ibagué Sostenible

El exdirector de la Cruz Roja del Tolima, Jaime Leguizamón, afirmó que falta mucha planeación en el municipio y comentó que en su momento se sugirió que no se construyera al lado de la Falla de Ibagué por el riesgo que representa para los residentes pero nunca se escucharon las recomendaciones, décadas después este importante componente queda fuera del estudio entregado por Findeter a la Alcaldía de Ibagué.
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Ecos del Combeima
27 Ago 2018 - 16:22 COT por Ecos del Combeima

 

Pese a que Cortolima recomendó proteger el área y que varios expertos han señalado que si bien estos volcanes no volverán a hacer erupción si pueden llegar a atentar contra la salud de moradores de urbanizarse la zona, el estudio que realizó Findeter para la Alcaldía no tiene ninguna proyección sobre el campo monogenético.

Desde hace varios años Ecos del Combeima viene insistiéndole a las administraciones en la necesidad de proteger el área en que expertos en geología determinaron que existe un campo monogenético.

 

Éste campo, ubicado en el sector de la Variante, se detectó luego que la administración de Luis H. Rodríguez aprobó el actual POT que dejó vacíos legales que fueron aprovechados por constructores para intentar edificar esta zona que de por sí es zona de protección por el POMCA del río Coello y Ecos del Combeima denunció la existencia del volcán Guacharacos que había sido descubierto desde hace más de 2 décadas pero que nunca fue incluido en los mapas de vulnerabilidad.

Pese a que el alcalde Jaramillo en campaña conoció el tema y afirmó liderar el proceso hasta el momento se desconocen las acciones de protección para el sector proyectadas desde su administración y causó sorpresa que el estudio de Findeter Ibagué Sostenible 2037 no hiciera mención alguna a un patrimonio geológico tan importante para la ciudad.

Un patrimonio que para muchos expertos podría explotarse turísticamente sí se optará por comprar los predios y realizar un parque geológico que no solo atraería a científicos e investigadores del campo sino que podría servir como atractivo para los turistas de naturaleza.

“De acuerdo con las condiciones ambientales y los registros de emergencia obtenidos del municipio, se puede determinar que los principales fenómenos con mayor ocurrencia y que definen las condiciones de amenaza en el territorio de Ibagué, son: los movimientos en masa, las inundaciones, las avenidas torrenciales, la actividad volcánica y sísmica del entorno, y los fenómenos de origen tecnológicos como incendios industriales y residenciales”, indica el estudio de Findeter en el capítulo 4 que trata del diagnóstico del municipio.

Pese a considerar la actividad volcánica y sísmica del entorno, el estudio no considera por ninguna parte el campo monogenético que hasta el momento cuenta con 4 estructuras volcánicas pero que no se descarta podrían ser muchísimas más como ocurre en otros lugares del mundo.

Como mencionamos pese a que es muy improbable que alguna de estas cuatro estructuras vuelva a hacer una erupción, no se puede descartar que la falla que atraviesa el sector en algún momento vuelva a producir un movimiento y en algún punto se de una emisión de lava como la que dio origen a estos cráteres.

Construcción en zonas de protección 

Jaime Leguizamón, ex magistrado, expresidente del Tribunal Superior de Ibagué y exdirector de la Cruz Roja en el Tolima, se refirió al tema e indicó que desde 1985 empezó a vislumbrar la situación pues tuvo una finca en el sector y se interesó por las condiciones del terreno e invitó a su amigo Alberto Núñez Tello, geólogo y exdirector de Ingeominas,  quien examinó el terreno y encontró que habían volcanes monogenético en el sector.

“En el anterior gobierno intentaron autorizar la construcción de vivienda rural, ese sitio es para protección pues aunque los volcanes no volverán a producir evacuación de lava pero hay que estar pendientes de sí en el sector plano hay un campo volcánico activo pero eso lo dice el tiempo, aquí hablan de meses y años pero para la naturaleza un año es un segundo”, indicó Leguizamón.

Puntualizó que en el sector hay una conjunción de fallas en el sector y esto hace que el terreno sea inestable para la construcción, indicó que en su momento dirigieron una nota al director de Cortolima, Jorge Enrique Cardoso, mostrándole que en la carretera que conduce de Ibagué a Bogotá en el sentido occidente –oriente a un kilómetro del puente de la Variante, hay otro cráter.

“Le dije que podíamos bautizarlo como el Taboor y así se quedó porque sé que la finca que existe en el sector se denomina así, se conoce porque en épocas de invierno se forma una laguna donde caen las aves, pero en época de verano se nota perfectamente bien el cráter dibujado en el piso, hemos tratado que los estudiantes conozcan la formación geológica que ha tenido Ibagué”.

El exdirector de la Cruz Roja del Tolima apuntó que existen condiciones desfavorables en el sector que deben ser conocidas por la opinión pública e indicó que inicialmente pensó que la lava que se ve desde el puente por el costado sur venia de un volcán que se encuentra cerca a las construcciones que están aflorando.

“Eso implica que la lava está petrificada y que sobre ella no se puede construir porque es supremamente dura y les cuesta más romper la lava que la construcción, sin embargo cuando descubrieron el cráter del otro volcán nos dimos cuenta que esa lava viene desde un kilómetro atrás del río Combeima, es decir que pasa por una urbanización que debe ser analizada para evitar construcción”.

Comentó que este sector debe señalizarse y marcar el cráter sin hacerle daño a la propiedad que es muy productiva, para la conservarlo como sitio de interés geológico en la ciudad.

¿Era el río Coello y el río Combeima uno solo antes de la formación de La Martinica?

Jaime Leguizamón relató que al analizar el río Combeima se nota que el baja de la cordillera lo hace de forma horizontal sin formar cárcamos ni fondos especiales, pero al revisar más adelante en la calle 25 se nota que comienza una cavidad profunda lo que indica que ahí se unen dos ríos, que eran el Combeima y el Coello, puntualizó que al analizar éste último en el sector de Cocora desde el aire, se puede ver que tuvo que romper esa zona para poder seguir el camino, dar la vuelta y no pasar por Ibagué.

“La Martinica no pertenece a la Cordillera Central, es una montaña que surgió producto de un movimiento tectónico muy grande, al formarse el río tuvo que romper por detrás y ya no pasó a Ibagué”.

Falla de Ibagué, ¿Peligro inminente?

El exdirector de la Cruz Roja manifestó que por Ibagué pasa una falla muy peligrosa  que puede llegar a afectar la ciudad gravemente.

“La falla de Ibagué representa un riesgo muy grande para la ciudad y también para Bogotá, hace un tiempo como presidente de la Junta de Acción Comunal tratamos de evitar la construcción pero en Planeación no estaba registrada la falla, Alberto Núñez Tello sugirió que se hiciera un parque por el corredor de la falla y no dejaran construir cerca sino casas de 2 pisos pero no ha sido así, la Planeación tiene que ayudarnos a construir la nueva ciudad aquí ha sido improvisada como prácticamente en todo el país”.

Como exdirector de la Cruz Roja apuntó que toda ciudad debe ser precavida y tener en Planeación la ruta que sigue la falla de Ibagué para hacer un plan en que cerca de ella siempre haya un parque y delimitar que no se puedan construir grandes edificios para evitar que a futuro se pueda presentar una emergencia.

“Hay inversionistas a los que no les importa más que ganar aunque la gente pueda correr riesgos, la ciudadanía siempre debe analizar muy bien cuál es el tipo de construcción que le presentan y sobre todo qué bases tiene. Lo más importante es construir una planeación colectiva, Ibagué está construida con el viejo modelo español y se requieren nuevas ciudades planificadas, agradables y sustentables”.