La crisis en que vive sumida la salud de Colombia deja relatos conmovedores y de impotencia pues la vida se convirtió en un acto administrativo que deja a su paso familias destrozadas, niños huérfanos y madres con los brazos vacíos. 

Este es el caso de Angie Lorena Sánchez una joven mujer ibaguereña que durante 9 meses espero con gran ilusión a su pequeña hija, sin embargo al momento de tenerla en sus brazos los médicos le informaron que la niña sufría de un defecto en el corazón y dependía de una operación para salvar su vida. 

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Durante una semana ella luchó con todo lo que tenía, pese a que acababa de dar a luz y su cuerpo se encontraba agotado,  para lograr que la EPS Comparta le autorizará la cirugía pero la respuesta siempre fue que no había cama, tocó muchas puertas pero ninguna se abrió para darle una luz de esperanza. “Solo me dijeron que no había cama, que había sobrecupo y finalmente mi niña murió el día sábado, sé que los médicos de la Clínica Tolima hicieron todo lo que estaba a su alcancé pero mi niña necesitaba la cirugía, fue terrible para mí verla entubada y aunque me duele mucho creo que Dios hace las cosas perfectas y decidió llevarse al cielo a Anny Sofía para que descansará”. 

Esta madre hizo un llamado a las EPS y los invitó a tener un trato humano con sus pacientes pues manejan la vida de las personas y un error o demora de su parte le cuesta a una familia un gran dolor como el que ella siente en este momento, “no es justo que tengamos que rogar para que salven la vida de nuestros hijos, se supone que la salud es un derecho fundamental pero esto no se cumple en Colombia”.