Esta obra fue fundada en Ibagué, en junio del año 2002 bajo la tutela de monseñor Juan Francisco Sarasti y desde entonces ha venido cumpliendo una labor social que es silenciosa pero muy eficiente y que simultáneamente se lleva a cabo en otras ciudades del país a través de la Iglesia Católica.

El banco de alimentos es una dependencia de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Ibagué que coordina el sacerdote Antonio María Cifuentes quien delegó la gerencia de éste en la persona del diácono José Alberto Arciniegas.

“Tenemos programas constantes con cientos de familias no tenemos solamente gente en Ibagué que vive en la miseria de lo cual no hay estadísticas, también hay que diferenciar entre el hambre y la desnutrición, es decir, que hay niños o adultos que en el día pueden estar comiendo algo pero que esa comida no los nutre de acuerdo con sus necesidades o requerimientos, también existen familias que pudieron haber tenido una buena situación y por una crisis se les acabó todo y padecen hambre en silencio o de manera oculta y les da pena pedir una ayuda, estos son los pobres vergonzantes de los cuales hay muchos casos”, explica don Alberto.

El Banco de Alimentos de la Arquidiócesis de Ibagué no regala todo, ellos piden un “aporte solidario”, que corresponde a un 10 por ciento del valor comercial de los alimentos o productos que se donan y esto es en convenio con las mismas empresas que aportan sus mercancías porque la entidad no es financiada por ningún estamento público o privado, los aportes que se reciben son para ayudar a sostener la obra, además si a las personas que se benefician, se les regala todo, esto se convierte en promover la mendicidad y es una forma digna de que a través de un aporte mínimo las familias entiendan que están ayudando también a la obra para el bien de muchos otros.

“Tenemos unos paquetes de mercados que tienen un aporte solidario de quince mil pesos y los llevamos a diecisiete grupos de familias, en los sectores más necesitados de la ciudad en zonas como Modelia, La Gaviota, Protecho, El Ricaurte, Boquerón, Gaitán, Las Delicias y muchos otros donde quincenalmente llegamos con estos mercados que comercialmente puede costar en los 35 mil pesos y adicionalmente les llevamos combos con aporte de 5 mil y que puede valer de 30 mil o más”, agrega el señor Arciniegas.

Dice que todos pueden donar al banco de alimentos, en la actualidad, hay familias pero mayoritariamente empresas que de manera constante hacen aportes importantes estos suman un número aproximado de treinta benefactores que además obtienen beneficios tributarios o legales cuando hacen su donación a una institución como estas, en resumen, afirma el diácono Arciniegas que “Donar en un Buen Negocio” y en lugar de botar comida se benefician en lo tributario y ahorran recursos logísticos y ayudan a mucha gente que aguanta hambre.

“Durante los meses de noviembre y diciembre se realiza la campaña Ibagué sin Hambre, con tu Ayuda, que consiste en donar alimentos no perecederos y en navidad a través de las diferentes parroquias se destinan a familias necesitadas, los invitamos a llamar al 262 4927  o escribir al correo bancoalimentosibagué@gmail.com. Desde allí los contactaremos para ir hasta las puertas de los hogares o las entidades a recoger las donaciones”, agrega el diácono Arciniegas.

Afirma que este banco se maneja como toda una empresa, si bien son una fundación sin ánimo de lucro y de gestión y servicio social también debe ser una empresa de servicio social, cuentan con una junta directiva, la dirección del padre Cifuentes, una secretaria, unos empleados y operarios, pero sobre todo con la bendición de Dios todo poderoso, Jesucristo y la Virgen María que junto con los buenos corazones se ayuda los que ellos más quieren, los más pobres que en la actualidad son 3 mil familias, 10 mil 350 personas y 35 instituciones que trabajan con población vulnerable.

El Banco de Alimentos de la Arquidiócesis de Ibagué, está ubicado en la carrera cuarta estadio número 23-42 su teléfono es 262 4927