Si bien según el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas el proceso seria legal porque el reglamento operativo lo permite, también es cierto que por varios años el gobierno argumento que la subasta era un mecanismo que permitía maximizar las ganancias de la venta que para este momento y con un único proponente se calcula en aproximadamente $6.4 billones según el director de análisis técnico de Valora Inversiones.

Cabe recordar que Isagén es una empresa que nació en el año 1995 en un momento en que Colombia se encontraba atravesando un fuerte racionamiento energético, en la actualidad cuenta con 6 centrales hidroeléctricas y una  térmica con influencia en cuatro departamentos, ubicándose en el tercer puesto de en compañías eléctricas del país. 

Los crecientes grupos opositores a la venta argumentan que el comprador se limitará a querer recuperar la inversión y no a trabajar por el bienestar de los colombianos, por lo cual el impacto se verá reflejado directamente en las tarifas además preocupa que dentro de su infraestructura cuenta con más de 23 mil hectáreas de bosques y espejos de agua que hasta el momento han sido celosamente cuidadas sin embargo nada garantiza que el nuevo dueño no las utilice para su propio usufructo y se realice un daño ambiental a mediano y largo plazo. 

El senador Jorge Enrique Robledo aseguró que la iniciativa de venderla es pésima y explicó que “la empresa no la van a vender por mala sino porque es muy buena, es un gran negocio que renta mucho a los recursos públicos, está muy bien administrada y hace obras que los privados no. Hay poderosos intereses detrás de este negocio en este momento se sabe que no va a ver subasta por lo cual a Brookfield se la van a vender por el precio base, una trasnacional dedicada a la especulación financiera, Santos, Vargas Lleras y Cárdenas engañaron al país porque el grupo chileno Colbún nunca oficializó su participación en la subasta”. 

Jorge Enrique Robledo además añadió que uno de los directores asociados de Brookfield es amigo íntimo del político británico Tony Blair, quien a su vez es muy amigo de Juan Manuel Santos por lo cual la venta se torna por donde se mire muy polémica. Por otra parte en días pasados el Gobierno Nacional indicó en un boletín de prensa que el dinero de la venta de Isagén serviría para la construcción de la doble calzada Ibagué-Cajamarca cuando todo el país sabe que este proyecto se construirá por APP y es de carácter privado, ante lo cual el senador Robledo aseguró que “eso es otro tema a discutir porque piensan meter la plata a perdida en ciertas vías a favor de grandes inversionistas privados que han metido el cuento que van a financiar las vías pero ahora resulta que Isagén servirá para subsidiarlos”. 

El senador aseguró que se necesita un esfuerzo muy grande para frenar la venta de la empresa y afirmó que la venta se realizó paralelo al cese de actividades de la rama judicial para evitar que se interpusieran recursos, por lo cual los opositores apenas hoy pudieron iniciar los procesos en contra de la venta. 

Econoticias también dialogó con el ex senador Juan Mario Laserna, quien aseguró que la venta de Isagén es muy difícil de reversar por los intereses del Gobierno Nacional y con respecto al tema de las vías de cuarta generación aseveró que “ellos están diciendo que es una sustitución de activos, cambiar Isagén por las inversiones que se realizarán en vías, pero la pregunta es ¿no existía otra manera de financiar las obras sin vender lo nuestro?”. 

Además aseguró que este es un muy mal momento para realizar una venta por los precios internacionales, ya que los inversionistas extranjeros se encuentran mermados lo que podría explicar que no se hayan presentado más oferentes. 

La realidad inmediata es que este miércoles Isagén, una empresa que ha atravesado durante 20 años constantes intentos de privatización podrá pasar a manos del control accionario de Brookfield, una transnacional con sede en Canadá dedicada a la administración de activos.