Analistas prevén crecimiento de 1,02% e inflación de 9,46% en 2023
La economía colombiana cerrará el 2023 con un crecimiento promedio de 1,02%, según los pronósticos de los seis centros de investigaciones económicas, que intervinieron en el Encuentro Gremial sobre los Desafíos del Mercado Colombiano, organizado por la firma Acciones & Valores y la facultad de Economía de la Universidad del Rosario.
De acuerdo con los investigadores de Asobancaria, Fenalco, Analdex, Camacol, Asominería, Acciones y Valores y la facultad de Economía de la Universidad del Rosario, el 2023 pasará a la historia como el año del ajuste económico de la postpandemia y la transición hacia el regreso a un periodo de estabilidad y de recuperación gradual. De hecho, hay consenso entre los centros de estudios consultados, en el sentido de que el Producto Interno Bruto nacional podría crecer, en promedio, 1,8% en el 2024.
Los analistas expresaron su preocupación por la inflación y la dificultad que enfrenta el Banco de la República para que este indicador regrese a un dígito al cierre de este año, lo que a su vez impide que las tasas de interés disminuyan, para que empiecen a empujar la reactivación del consumo y la actividad productiva.
Tasas altas más tiempo
Para el gerente de Investigaciones Económicas de Acciones & Valores, Wilson Tovar, el mundo está esperando que la inflación caiga, pero las cosas no son tan claras, y los bancos centrales siguen manteniendo tasas de referencia altas.
Los países emergentes han subido el riesgo soberano, y “en esta situación se encuentra Colombia, siendo uno de los peores del barrio”.
Preocupa que el Gobierno esté hablando de aumentar el salario mínimo del 2024 en alrededor del 11%, que, complementado con la productividad, puede generar presiones inflacionarias.
A su turno, Rafael España, gerente de Investigaciones Económicas de Fenalco, manifestó que la economía colombiana crecerá este año 1,2%, y para el 2024 el gremio pronostica un crecimiento del PIB de 1,9%. Indicó, además, que las marcas propias siguen siendo atractivas para los consumidores.
España también dijo que “las marchas se han convertido en la nueva pandemia en Colombia. Las protestas se han vuelto un paisaje recurrente en el país, tanto en las ciudades como en las zonas rurales”.
Aseguró que los principales problemas de los comerciantes colombianos son, la baja demanda, los costos de adquisición de mercancía y del crédito y la inseguridad.
En su opinión, la dinámica empresarial en el 2023 se caracteriza por la sorpresa dada por el crecimiento del comercio en actividades como deportes, restaurantes, mascotas, seguros y servicios financieros, entretenimiento y salud. Les ha ido mal a tiendas por departamentos, movilidad y vehículos, hogar y tecnología, moda y variedades, supermercados y tiendas de barrio y belleza.
La reactivación depende de la inflación
Por su parte, el jefe de Estudios Económicos de Asobancaria, Carlos Velásquez, sostuvo que el gremio estima un crecimiento del PIB cercano a 0,9%, en línea con una menor tracción de la actividad productiva a nivel global y una menor dinámica de la inversión y del consumo de los hogares en Colombia, que a su vez influirá en el comportamiento de sectores como construcción, comercio e industria.
Respecto a la inflación, Velásquez afirmó que en lo que resta del 2023, la economía dependerá de la menor presión por choques externos, el endurecimiento de las condiciones financieras por la vía de mayores tasas de interés y la desaceleración económica reducirán la inflación de manera gradual. “Se espera que en 2024 la inflación continúe bajando, pero aún alejada de la meta del Banrepública”. Advirtió que el fenómeno de El Niño generará presiones alcistas sobre los precios de los alimentos.
El director económico de la Asociación Colombiana de Minería, ACM, Sebastián Martínez, señaló que los últimos tres años han sido muy convulsionados para el sector. “El ritmo del cambio será muy diferente en los países en desarrollo y en los desarrollados, sin embargo, todos los mercados requerirán de una inversión sin precedentes en la tecnología de descarbonización".
“A pesar del gran esfuerzo en incrementar las inversiones para mitigar el cambio climático, esto no es suficiente. La transición energética a punta de energía solar no es posible y, como si fuera poco, el volumen de minerales que se requieren para hacer la transición energética no alcanza”.