El Festival Folclórico Colombiano, acompañado del desfile de San Juan, trajo un impulso considerable a la economía de Ibagué. La afluencia masiva de turistas permitió a miles de comerciantes en el Centro de la ciudad y zonas como la carrera Quinta aumentar notablemente sus ingresos.

Edison Puentes, director de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres) en Tolima, que agrupa a más de 30 establecimientos gastronómicos, reportó un aumento significativo en las ventas el domingo. Según Puentes, "cuando termina el desfile, la gente se desplaza a las diferentes zonas gastronómicas. Las ventas pueden estar incrementándose entre un 30 % y un 40 %".

Fabián Castro, dueño de la Panadería Dulima y miembro de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Ibagué, comentó que en días de celebración como el de San Juan, las ventas de los comerciantes se duplican e incluso triplican. "Ofrecemos tamales, lechona, gaseosa, pan fresco como todos los días, pero la expectativa es alta. Hoy las ventas deben triplicarse, es importante el servicio, y en eso hacemos mucho énfasis con los empleados", explicó Castro.

Por otro lado, Juan Sebastián Bernal, representante de Birras Bar, ubicado cerca de la Plaza de Bolívar, indicó que el volumen de turistas y personas durante el desfile incrementó sus ventas en un 200 %.

Además del éxito de los establecimientos formales, los pequeños comerciantes en las calles que tramitaron permisos para vender artículos alusivos al folclor, como sombreros, ponchos y artesanías, también experimentaron un aumento en sus ingresos. Mauricio Romero, un artesano de la carrera Tercera, destacó que "después del desfile, se activa la economía en lo que es comidas, turismo y artesanías. La gente siempre quiere llevarse un recuerdo de la ciudad, y quienes vienen de otros lugares desean algo que les recuerde su visita a nuestra hermosa ciudad".