"Hacer tributar a las empresas también es hacer tributar a las personas": Marcela Eslava
Marcela Eslava, decana de la Facultad de Economía de la Universidad de Los Andes, habló sobre la nueva reforma tributaria como una política del Gobierno Nacional que se enfoca en personas naturales y que tiene como objetivo "generar recursos desde las personas más pudientes".
"Mejora la progresividad y le otorga más dinero al Estado para hacer esfuerzos en pro de mejorar la equidad", dijo Eslava, y agregó que esa política de mayor recaudo resulta favorable toda vez que "Colombia trae un desbalance fiscal importante desde hace muchos años".
¿Mucha carga sobre las empresas?
Según la conocida académica, Colombia y otros países de América Latina tienen una tributación "muy recostada sobre recoger ingresos desde las empresas", es por eso que considera también existirían repercusiones directas en los ciudadanos debido a que el consumo se podría encarecer a raíz de una eventual alza de costos.
"Hacer tributar a las empresas también es hacer tributar a las personas (...) se le recarga más la mano a las empresas", puntualizó. Sin embargo, para el caso de las pequeñas organizaciones, manifestó que sus beneficios y/o exenciones las hacen más atractivas y penalizan así el crecimiento empresarial.
Más carga para las personas
Así las cosas, Marcela Eslava propone "un régimen más plano" en el que la renta corporativa general, para pequeños y grandes, cayera de manera muy definitiva. Si el cambio es solo con el régimen simple, a mí sí me gusta que suceda en los tramos más elevados de tamaño, que es lo que está sucediendo, porque incentiva el crecimiento", explicó.
"El sistema tributario de Colombia no es suficientemente progresivo, no descansa sobre las personas de más altos ingresos. Ahora se propone una igualdad en el tratamiento de las distintas rentas, no solo por salarios, sino también con las personas que obtienen sus ingresos por otras fuentes", dijo Eslava.
¿Nuevos impuestos?
De acuerdo con la decana en Uniandes, "habría que empezar a considerar otro tipo de impuestos que van a tocar a otro tipo de personas más pudientes, o renunciar a un pedazo del recaudo al que aspira la reforma, máxime cuando el gobierno llega con "promesas que implican un estado más poderoso".
Partiendo de la base de la multiplicidad de variables, Marcela Eslava considera que el valor al que se podría llegar en la renta corporativa es del 31%. La reforma "recoge un poco más de 2.5 puntos del PIB y ese es el espacio en que cerrarían las necesidades año a año de endeudamiento".
