Dos años después de la gloria: hazaña en el Atanasio
Atlético Nacional tenía el camino expedito para ostentar un nuevo título en la primera división del fútbol colombiano, gozaba de la ventaja lograda en el partido de ida en Ibagué, sabía que el imponente Atanasio estaría vestido de verde, y como si fuera poco, la maquinaria periodística a nivel nacional estaba de su lado. Como un 'milagro' incluso llegó a ser calificado un eventual escenario favorable para el humilde equipo de la capital tolimense, ese que ya había perdido la batalla en su propio fortín frente ante el Cúcuta Deportivo en el 2006 y que también había caído en la máxima instancia contra Once Caldas en el 2010.
La llegada de los 'pijaos' a suelo antioqueño estuvo acompañanda por un contundente mensaje que, más allá de los gustos o disgustos, no era ajeno a la realidad. "Bienvenidos a la tierra del más veces campeón de Colombia", decía la pancarta que sostenían varios hinchas 'verdolagas' en las afueras del aeropuerto. La 'ciudad de la eterna primavera' celebraba de manera anticipada y mientras tanto en Ibagué la afición se aferraba a un refrán que revivía el sueño dorado: la esperanza es los último que se pierde.
La hora del 'juicio final'
Llegó la noche de aquel sábado 9 de junio del 2018 y Deportes Tolima sabía que debía evitar un gol del rival, una segunda anotación de ventaja prácticamente liquidaría la serie en un escenario en el que al parecer hay que vestir de vinotinto para saber ganar. El nerviosismo era evidente, no es fácil tener 45 mil voces en contra, pero entonces el 'milagro' empezó a lucir terrenal cuando Sebastián Villa vulneró la portería norte del majestuoso estadio de Medellín. Las cargas estaban igualadas y ahora le presión se trasladaba para el local por la necesidad de poner nuevamente la balanza a su favor.
Todo pasó en el segundo tiempo; los goles, las emociones, las jugadas polémicas se concentraron en la etapa complementaria. Nacional jugaba contra el reloj y Tolima aguantaba esperanzado en buscar una definición desde el punto penal o apostarle a una acción de contragolpe con la superlativa velocidad de sus extremos. Sin embargo, en el minuto 66 Vladimir Hernández empató el partido y aumentó el marcador global. Los pronósticos se cumplían y el título empezaba a hacer tránsito hacia las vitrinas del 'verdolaga'.
En la agonía
En el epílogo del enfrentamiento, cuando el cronómetro registraba 93 minutos de juego, Danovis Banguero estampó su nombre en la historia del club 'vinotinto y oro'. Una agónica anotación emparejó la serie y puso a gritar al unísono al pueblo de la tambora, los ocobos y la lechona como no había sucedido desde hace años. La ilusión estaba más viva que nunca y ahora ambos equipos permanecían a solo 12 pasos de definir la corona. Atrás quedaron los favoritismos, el historial internacional, la grandeza de las hinchadas; únicamente eran el arquero, el balón y un pateador.
Villa anotó el primero de la confianza, Albornoz le dio más 'forma' al trofeo, Montero se hizo gigante, Banguero ratificó que era el 'héroe' de la noche y Marco Pérez liquidó. La afición del fútbol en Colombia fue testigo del contundente golpe a quien en su propio estadio, al menos por un instante, dejó de ser el 'rey de copas'.