Nunca antes el Bunde Tolimense había retumbado tan fuerte en la 'Capital Musical' de Colombia. Más de 27 mil personas entonaron al unísono las notas que describen la grandeza de nuestro departamento, y aunque al final el 'banquete' fue para los visitantes, Ibagué se encargó de vivir su propia fiesta, una celebración que apartó el resultado y le dio protagonismo a la superlativa campaña de Alberto Gamero y sus dirigidos.

Los actos protocolarios previo al enfrentamiento entre Deportes Tolima y Deportivo Independiente Medellín se convirtieron en un verdadero homenaje a la bandera; los colores vinotinto y oro 'ahogaron' las graderías del estadio Manuel Murillo Toro.

Si bien es cierto que la ilusión de la parcial tolimense estaba concentrada en la obtención de un nuevo título, fue la misma hinchada la que se encargó de enaltecer la labor cumplida por los 'Pijaos', y contrario a lo que había sucedido en otras ocasiones, el estadio permaneció inmóvil durante varios minutos esperando a que terminara el protocolo entre los jugadores de ambos equipos para luego hacerle un emotivio reconocimiento al vigente campeón.

¡Canta el alma de mi raza en el Bunde de Castilla! Así empezó el emotivo momento. Quizás desde la final del 2006 con el Cúcuta Deportivo no se escuchaba tan fuerte la ceremonia de apertura; en esa ocasión todos los jugadores del Deportes Tolima, sin excepción, entonaron al pie de la letra el himno de la 'Tierra Firme'.

Y a falta de pocos minutos para el final, cuando la eliminación ya era un hecho, el estadio se puso de pie. Los últimos segundos se jugaron entre un 'mar' de aplausos; para muchos resultó imposible contener las lágrimas y no era para menos. Deportes Tolima salió por la puerta grande, cumplió con una de las mejores temporadas de los últimos tiempos: campeón en el semestre A, semifinalista en el semestre B y con el cupo asegurado a Copa Libertadores 2019.

Por: Camilo Patiño