“Remángate” este 4 de abril, Crónica de vida de un soldado colombiano?
EL ARTE DE CONSTRUIR SUEÑOS Y ESPERANZAS
El Soldado profesional Jesús María Izquierdo, víctima de una mina antipersonal hace 6 años, hoy fabrica prótesis en el Hospital Militar Central para las víctimas en situación de discapacidad, como queriendo reparar en parte, las secuelas de la guerra y en la búsqueda de la paz que tanto quiere para Colombia. Lo mueve la fuerza de la pasión por su patria, principalmente por su Ejército.
Ahora más que nunca piensa que el mejor homenaje que se les puede hacer a las víctimas es bridarles oportunidades para que puedan realizar su proyecto de vida. Posibilidades de desarrollo que les permita incorporarse a la sociedad de la mejor manera y entre todos poder construir un mejor país.
Era un día de aparente calma. Aún no había amanecido. El nueve de octubre de 2009, en el departamento del Caquetá, en pleno corazón de la selva, se escucharon los primeros disparos. Uno de sus compañeros, el que iba punteando se encontró de repente con un campamento guerrillero, era el inicio de un combate. Jesús, pertenecía a la Fuerza Élite que se desplazaba por todo el país. Su misión era “proteger la soberanía nacional y la seguridad de los colombianos”, para él una premisa que lleva en el alma.
Así inició aquel día que nunca olvidará, a pesar de ser un hombre curtido por la guerra, con una experiencia de 11 años en la Fuerza Pública y de haber sido herido en dos oportunidades, jamás imaginó que podría pisar una mina. El silencio de la selva se convirtió en un concierto de balas y morteros. Después de una larga jornada, lograron neutralizar la situación y la huida de los insurgentes. El resultado fueron seis muertos en desarrollo de operaciones militares e incautaron material explosivo, 500 minas antipersonas y más de tres toneladas de víveres. Pensaron que por ese día habían cumplido con su misión, Pero no fue así, los guerrilleros regresaron con más de 200 hombres, contra quienes se enfrentaron valientemente. Después de dos horas de combate, Jesús que iba cerrando el pelotón, pisó una mina que le “explotó” la pierna izquierda. En ese instante sintió que todo había terminado para él. Sin embargo, como pudo se protegió entre la vegetación y por su condición de enfermero de combate, logró contener la hemorragia y el dolor, mientras era evacuado.
En un principio, como es natural sintió rabia e impotencia por su situación. Se esforzó en recuperarse al máximo, física y mentalmente. Contó con el apoyo de su padre y del personal de la salud del Batallón de Sanidad y del Hospital Militar, lo cual lo motivó a superarse mucho más. Durante tres años se capacitó en el Servicio Nacional de Aprendizaje SENA, en la elaboración de prótesis y hace más de tres años trabaja como técnico ortoprotesista en el HOMIC, se empeñó no sólo en hacerlo muy bien, sino que en cada una de las prótesis que elabora entrega lo mejor sí, como si fueran hechas para él, porque quiere darle a cada víctima de la guerra un mensaje de fe y esperanza, con la certeza que siempre hay sueños por cumplir y proyectos de vida por alcanzar.
¿Desde qué época ingresó al Ejército?
Desde que cumplí la mayoría de edad, a los 18 años.
¿Qué lo motivo a hacerlo?
Ser militar en mi familia es una tradición. Es algo que corre por las venas. Por generaciones hemos pertenecido al Ejército, mi bisabuelo estuvo en la guerra de los mil días, mi abuelo, en la guerra de Corea, y mi padre también fue soldado. Me siento muy feliz y orgulloso de ser parte del Ejército Nacional de Colombia.
¿Hoy en día que piensa del Ejército?
Que me ha dado todo lo que tengo y lo que soy. Amo mucho mi Ejército es una Institución digna de ejemplo en el mundo.
¿Qué le dice a los soldados víctimas de la minas?
Que continúen luchando por sus sueños, que se capaciten, que busquen espacios donde puedan desempeñarse y continuar con su vida de la mejor manera.
¿Y a las familias que han sufrido esta situación?
Que el amor de la familia es fundamental para salir adelante, que los acompañen y apoyen durante todo el proceso de recuperación. Esto es definitivo para seguir avanzando.
¿Considera que esta experiencia le dejó un aprendizaje?
Claro que sí, que se pueden vencer todos los obstáculos y cada situación es un reto a superar, el espíritu de lucha siempre se debe mantener. Se debe vivir en paz y sin odios.