La doble moral

Por estos días de tribulación social, económica y política se ha podido detallar con claridad la intención de los autodenominados “líderes” políticos que pescan en río revuelto y que solo buscan réditos electorales aprovechando las circunstancias actuales del país.
Y es que en mayo del año 2017 el ex alcalde de Ibagué Guillermo Jaramillo, criticaba con sendos argumentos la realización de los procesos de revocatoria del mandato. En su momento hizo reparos sobre la utilización de esta herramienta de participación ciudadana, tachándola como revanchismo político, persecución política y de ser promovida por grandes intereses oscuros de quienes perdieron en las urnas.
“…lo que sucede es que los que no estuvieron de acuerdo con la elección de uno comienzan un proceso de revocatoria que no tienen ningún sustento legal”, explicaba el curtido político con tono de preocupación y con la convicción de nunca ser el promotor de una revocatoria.
Pero la dinámica política, frase muy de moda para justificar la doble moral, lo llevó por el camino que tanto criticó, y hoy a pesar de negarlo, es el promotor del escuálido proceso de revocatoria en Ibagué. Los primeros indicios de su liderazgo se evidenciaron en el momento que el comité del proceso se presentó, allí varios de sus exfuncionarios de primer nivel estaban liderando el proceso, también varios de sus ex candidatos, ex contratistas y genuflexos de profesión que aparecieron en la foto. Por la evidencia de su respaldo varios de sus pupilos renunciaron públicamente, lo negaron y se retiraron del proceso, en una maniobra que a todas luces les salió mal.
Luego en la presentación de los argumentos para iniciar el proceso, se conoció que, desde Bogotá, el exalcalde, tiró la línea discursiva para justificar ante las autoridades competentes los motivos de la revocatoria, que de paso hay que decirlo son totalmente fuera de contexto, lejos de la realidad y lo único que evidencia es revanchismo político. Recordemos que en las pasas elecciones el equipo político de Guillermo Jaramillo, perdió en todos los escenarios.
La semana anterior y en vista que el proceso no cuaja, y seguro no cuajará, el propio Guillermo Jaramillo, perrero en mano llegó rimbombante para tomarse la foto en el momento que firmaba, para lanzar improperios y llenar de odios a Ibagué, como si no le bastara con la polarización que tiene en crisis al país.
Flaco favor le hacen estos “líderes” políticos a la ciudad. Solo les gusta criticar, difamar, mentir y maltratar, pero nunca, nunca llegan con propuestas sanas, con ideas para mejorar o con la intensión de trabajar para perfeccionar la calidad de vida de los ciudadanos, su única misión es destruir, no toleran que otros hagan las cosas bien y sean reconocidos por el pueblo, les arde el espíritu que se avance en temas que ellos en su momento no hicieron, la envidia los enceguece y lo único que hacen es ponerle palos a la rueda del desarrollo y la prosperidad.
Debemos como ciudanía revocar a esos politiqueros de antaño, que han ostentado toda la vida el poder y que no han hecho nada por la gente, absolutamente nada.