¿Siente que es el único que se encuentra en cuarentena?

En los últimos días, en la medida en que se reactiva la economía y se renueva la esperanza de salir de la crisis económica, también crece la desobediencia; es común ver en redes sociales y en escenarios reales reuniones de amigos donde no se utiliza el tapabocas ni se cumple con el distanciamiento social. Las campañas del Gobierno y los medios de comunicación, junto con el creciente numero de fallecidos y contagiados a diario, parece no ser suficiente para motivar que se cumpla con las medidas. Es que no creemos inmortales? O será que creemos que el virus no nos va a llegar? Me inquieta mucho la respuesta porque erradamente uno pensaría que es una conducta típica de personas que no han tenido acceso a la educación y que son vulnerables social y económicamente, pero la evidencia muestra que no es un tema de estratos ni de nivel de educación. Qué será lo que mueve a todos los que siguen comportándose como si no estuviéramos atravesando por el evento mas importante y catastrófico de la humanidad en la historia reciente?. Pensar que se resolvería con sanciones o multas es inútil porque no hay recursos para llegar a todos los desobedientes, el camino debe ser la educación y una buena dosis de reproche social con respeto. Cada día se flexibiliza más la medida de aislamiento porque se entiende que el país ya cuenta con la infraestructura para atender el pico de contagios, que se presume llegará a mediados de agosto; luego de tanto tiempo en aislamiento total, se entiende también que la población ha experimentado la parálisis total de la economía y el impacto negativo en sus bolsillos, con las múltiples campañas de concientización y de cuidado por parte del Gobierno, los medios, los influenciadores, la academia, se esperaría un mayor compromiso con el cuidado propio y ajeno y se entiende que se podría reactivar el país porque todos nosotros, desde cualquier ámbito aportamos en la reconstrucción de nuestra economía y sentimos los efectos de su parálisis.
Se nota la incoherencia cuando se promueven marchas pero se cuestionan las aperturas de los diversos sectores de la economía, al final solo evidenciamos nuestra poca capacidad de pensar en colectivo, en el bien común y en el desarrollo conjunto. Cada quien tiene una valoración o escala de riesgo diferente con la cual puede comportarse como le parezca; el asunto aquí es que esa libertad de medir su propio riesgo afecta a los demás, y no los afecta en algo vano o superficial, los afecta en la propia supervivencia. Será que los que se excusan en el aburrimiento, en algún momento han pensado en todo lo que han tenido que pasar nuestros médicos? En dejar de ver a sus familias, en soportar rechazo social, en aguantar largas jornadas de trabajo sin descanso, en estar expuestos a la enfermedad y en muchos casos morir por ejercer su profesión salvando muy seguramente a algunos de los que les encanta la vida social y se dedicaron a buscarle la trampa al aislamiento? Será que saben por lo que pasa un paciente COVID-19 en una UCI, en donde le toman muestras de sangre constantemente, lo de los chuzones viene a ser lo de menos, pero sabrán de los dolores de cabeza y de cuerpo? Se imaginarán el momento en que empiezan a sentir ahogo y tienen que recibir oxigeno? O los que tienen que ser conectados a un respirador? Sabrán que ese procedimiento es muy doloroso? Pensarán por un segundo la angustia de un paciente COVID-19 de no saber si saldrá de ahí y volverá a ver a su familia? Tendrán claro que por culpa de esta pandemia, muchos negocios han tenido que cerrar y muchas personas se han quedado sin empleo? Que aunque sean asintomáticos siguen contagiando y afectando a todos con los que interactúe sin protección? Tendrán claro que muchos de los habitantes del barrio cercano del lado, que no gozan de un salario, o un ingreso fijo y que viven del día a día, son los que sufrieron más, porque tienen familias que no pudieron alimentar hasta recibir las ayudas del Gobierno? Tendrán claro que muchos niños se quedarán sin educación al no tener acceso a internet o al no tener quien los cuide si sus padres deben volver a salir a conseguir el sustento diario? Si dimensionan que el Covid 19, más que un porcentaje de muertos que para muchos puede ser irrisorio, nos ha puesto contra la pared y sus efectos negativos en la economía y en la sociedad tardarán muchos años en eliminarse? Si nada de todo esto lo toca, pues puede que no le importe enfermarse y en consecuencia lo que le pase al resto del mundo le tiene sin cuidado, usted seguramente tiene una patología psiquiátrica que debe ser evaluada por un profesional. Todos los seres humanos somos capaces de sentir compasión que va muy ligada del amor y del respeto, así que por los médicos que han muerto, por las familias que han perdido un ser querido, por los niños huérfanos, por los que hoy no tienen empleo, por los que aguantan hambre, por los que han cerrado sus negocios perdiendo el capital de sus vidas, por los que se exponen al virus y salen a diario a trabajar para llevar el sustento a sus hogares, por los que viven a diario la angustia de no tener cómo pagar las deudas, por los pacientes de cáncer y de otras enfermedades que son muy vulnerables ante un contagio por tener un sistema inmunológico debilitado, por los ancianos, por los que no han nacido y deberían llegar a un planeta sano de COVID-19, por usted que seguramente en este momento no sabe lo que puede llegar a sufrir si resulta ser ese 20% que se enferma, por favor CUÍDESE Y QUEDESE EN CASA.
Nota final: Para los que crean que solo es una enfermedad que ataca los pulmones o el corazón, según el portal bbc.com “ahora, más de 300 estudios de todo el mundo han encontrado una prevalencia de anomalías neurológicas en pacientes con COVID-19, que incluyen desde síntomas leves como dolores de cabeza, pérdida del olfato (anosmia) y sensaciones de hormigueo (arcoparastesia), hasta resultados más graves como afasia (incapacidad para hablar), ataques cerebrales y convulsiones.”
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