Opinión: COVID19: una realidad que llegará al Tolima

Todas las medidas dispuestas por el gobiernos son de vital importancia para contener la epidemia; buscar la reducción de la tasa de infección para que la epidemia se extienda con el tiempo, de tal forma la demanda máxima en el sistema de salud sea menor. Tuve que cambiar esta columna de opinión porque empecé a ver que en efecto se empezaron a implementar muy buenas medidas de contención del virus. Hoy 15 de marzo tenemos 153.648 infectados en 146 países y 5.746 muertos. Hace unas semanas sentí tranquilidad porque dicen que el Covid-19 no presenta la mortalidad de otras pandemias como la del 2009 del AH1N1, que causó 18.500 muertes frente a las 5.746 que hasta hoy tiene el Covid-19. Con el pasar de los días, pronosticando la inminente llegada a nuestro país y probablemente a nuestro departamento, me tomé el trabajo de indagar alrededor del mundo con amigos y familiares, encontrando que hay reflexiones y aprendizajes importantes para capitalizar.
Pensar en que la medida más efectiva de contención del virus es el aislamiento nos pone de manifiesto la linda oportunidad no solamente de cuidarnos sino de compartir en familia, desarrollar nuevas actividades, reencontrarnos con lo verdaderamente importante que es nuestra familia o nuestra propia vida para quienes deban entrar en cuarentena solos. Darnos cuenta que somos vulnerables, que la vida es aquí y ahora, que la verdadera fortuna no está en la chequera sino en tener buena salud y compartir la vida con quien amamos. Esta situación también debería llevarnos a reflexionar frente a nuestro comportamiento consumista con el planeta. El planeta se autorregula y me pregunto si esta calamidad es una expresión a gritos de control poblacional que le permitirá a nuestro planeta respirar y continuar. Debemos interiorizar nuestras verdaderas motivaciones de vida y dejar de abusar de los recursos naturales y de los animales.
No podemos ser indiferentes aunque no haya casos confirmados en nuestra ciudad, hoy tenemos 45 casos confirmados en Colombia y se debe tener en cuenta que en Wuhan cuando tuvieron 400 casos, la realidad es que había 2.500. La OMS explica que el contagio se presenta al inhalar “gotículas respiratorias expelidas por alguien con covid-19 al toser” o exhalar. Estas gotículas caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, de modo que otras personas pueden contraer la COVID-19 si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca, de ahí la importancia de mantenerse distanciado por lo menos 1 metro del otro, evitar tocarse la cara, nariz o boca, lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón desinfectante a base de alcohol para matar el virus.
El virus permanece en incubación durante 14 días y dentro de este periodo puede haber contagios aunque con una probabilidad más baja. Tengamos en cuenta que nuestras costumbres latinas afectivas generan un escenario propicio para que haya mayor contagio. Aquí nos abrazamos, nos tocamos, nos besamos, a esto hay que sumarle la supervivencia del virus en las superficies, y por esto se hace muy necesario hacer uso de las recomendaciones emitidas por el Gobierno.
Los países europeos han subestimado el impacto del virus y hoy sufren las consecuencias, manifestaciones de hermandad en Italia, un país que no solamente saluda con doble beso, sino que genera un gran flujo de personas a nivel mundial por sus encantadoras atracciones religiosas, artísticas y naturales, está padeciendo el haber tomado a la ligera el manejo de la enfermedad. Dahiana Ariza, amiga del colegio, hoy se encuentra en casa esperando, al igual que todos, que el virus muera. Su testimonio, de ayer a las 6 am hora nuestra, me generó bastante preocupación, y no es para menos porque aunque sepa que tengo la salud para superarlo, conozco mi entorno y me solidarizo con todos los que pueden llegar a padecerla y no cuentan con mis defensas o mis recursos para superar la enfermedad. Dahiana inicia su relato dejándome claro que “no es para entrar en pánico pero si hay que prestarle atención al tema”. Continúa contándome que el virus comenzó en pequeñas provincias, luego afectó Milán y toda la región de Lombardía (un departamento para nosotros), que es el epicentro económico del país donde gozan de un excelente servicio de salud.
Dispusieron algunas ciudades como zonas rojas en donde se debía permanecer en cuarentena; el pasado fin de semana, empezaron a llenarse todos los hospitales del norte de Italia y a pesar de tener una baja mortalidad, cuando el paciente requiere respiración asistida, necesita acceder a la red de salud. En Italia dieron la instrucción de asistir al hospital solo si se tenía dificultad respiratoria, pues implementaron el método de detección a través de visita domiciliaria. Han hecho 86.000 pruebas y han tenido que dejar de hacerlas porque ya no tienen la capacidad operativa para continuar y solo las harán a quienes presentan síntomas. Se cree que 1 de cada 4 ciudadanos están contagiados y no presentan síntomas. Comenta con certeza que en China se logró contener la epidemia porque existe un solo partido de Gobierno y cuando el gobernante habla se acata lo que dispone, caso contrario al que ocurre en Italia, donde el Gobierno discute mucho con los gobernadores que tienen autonomía en muchos asuntos, entre los cuales se encuentra la salud; es decir, en sus palabras la salud no depende del orden nacional sino del orden local.
En ese constante debate se filtró un proyecto de decreto que determinaba que la región de Lombardía junto con 14 provincias más, dentro de las cuales se encuentra la visitada Venecia, serían declaradas zonas rojas y esto trajo como consecuencia una huída de personas hacia la región sur a través de diversos medios de transporte, llevando consigo no solo el miedo sino también el virus al resto de Italia. Para subsanar este pánico, el gobierno emite otra declaración y nombra todas las zonas afectadas como zonas protegidas y estipula medidas especiales como cierre de gimnasios, cancelación de eventos, horario especial para restaurantes y bares garantizando distancias entre personas de un metro y el tráfico de ciudadanos solo es permitido por razones de salud, extrema necesidad y por trabajo. Así las cosas, se ordenaba un aislamiento de casi toda la población de estas regiones. A nivel nacional se dispone el cierre de museos. Hoy hay 24.700 contagiados, 1800 muertos y entre ayer y hoy se murieron 395 personas y se contagiaron 3.950 más. Italia hoy nos da una lección de unidad, solidaridad y fe. Ya aprendieron y nos enseñan hoy cómo no llegar hasta donde ellos han llegado. La prensa local reporta que aún no han llegado al pico donde empiece a decrecer el contagio, se espera que con la medida de confinamiento se logre disminuir el contagio y erradicar el virus como lo hizo China.
Como sabemos, el virus es potencialmente mortal para las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardíacos o diabetes. El 2.4% de las personas que han contraído la enfermedad han muerto. Nuestros baby boomers están en riesgo y es el momento de protegerlos, pues no solamente gracias a ellos existimos, sino que debemos demostrar solidaridad, compasión y respeto. El caso de Italia conmueve y vemos como en los demás países poco a poco fueron adquiriendo conciencia, lamentablemente, demasiado tarde. Madrid reporta 1000 contagios diarios por ejemplo y recordemos que la gran mayoría de extranjeros que llegan a Colombia vienen de España. Afortunadamente, nuestro Presidente Ivan Duque dispone aislamiento durante 14 días a todos los nacionales y residentes que lleguen provenientes del exterior y de impedir la entrada de extranjeros.
Es una medida oportuna y necesaria, así como la de reconectar el servicio de agua a los estratos bajos y congelar las tarifas de la misma. Celebro la seriedad con la que nuestro Presidente ha asumido el tema y cómo los medios de comunicación se han unido para hacer difusión de las medidas de higiene y cuidado que se han definido por el Gobierno Nacional, Departamental y Local. La reciente medida de suspender las clases en todos los colegios públicos y privados es un gran acierto que como lo expresaba nuestro Gobernador Ricardo Orozco, es una petición que nace en los mismos gobernadores como producto de su constante dialogo con la población. Me genera tranquilidad que haya un trabajo incansable en la administración Departamental y Municipal por garantizar nuestra vida y celebro la declaratoria de emergencia sanitaria en salud en todo el departamento del Tolima, que le permitirá al Señor Gobernador tomar las medidas necesarias para afrontar la amenaza.
Estamos en etapa de CONTENCIÓN.
En Alemania, por ejemplo, mi prima Julia Delgado, Bióloga Ibaguereña que se encuentra haciendo un post doctorado y que trabaja en la parte clínica, me reporta poca conciencia social frente Covid-19, aunque los casos se han venido duplicado y hayan actualmente contagiados 3000 ciudadanos y 7 muertos, la gente sigue actuando como si no pasara nada al igual que la mayoría en Ibagué. No hay un sistema móvil como el de Italia que testea a los ciudadanos y no han tenido la difusión que nosotros en Colombia hemos recibido por parte del Gobierno. Solo practican el test a las personas con síntomas que acudan a la red hospitalaria y también tienen una línea telefónica, pero vive colapsada y pueden demorar dos horas en lograr comunicación. Apenas la semana pasada empezaron a cerrar escuelas y hoy todos los colegios, jardines y universidades se encuentran cerrados. No hay control de movilización, cada quien se mueve como quiera, los trenes llenos, y considera que hasta que los Gobiernos de los diferentes Estados no emitan reglas autoritarias frente al cuidado que se debe tener, difícilmente va a frenarse el contagio.
España por su parte reporta 8.000 contagiados, 300 muertos y el Ejército ha salido hoy a las calles para apoyar a la policía en hacer cumplir las normas que restringen el libre tránsito de personas. Todo el país se encuentra en confinamiento o cuarentena y en Estado de Alarma. Pese a tener a Italia como referente, se demoraron en actuar. Inquieta la velocidad con la que se ha incrementado el número de infectados en Colombia, pues su pendiente es bastante inclinada y muestra que de mantenerse en la misma proporción podríamos tener unos efectos similares a los de países como Italia y es aquí donde precisamente quisiera reflexionar, pues no podemos seguir actuando como si fuera una gripa normal, o afirmar como muchos lo hacen, con absoluta indolencia, que no importa contagiarse porque es altamente probable curarse solamente con su sistema inmune, o que si en Ibagué no hay casos confirmados no es necesario tomar medidas. Celebro que colegios como el de mi hija, el San Bonifacio de las Lanzas, hay suspendido indefinidamente las clases presenciales, sin haberse producido la orden Presidencial, pues eso significa actuar anticipándose a los efectos.
Nuestra realidad es que a pesar de tener un entorno económico retador por todos los diagnósticos que conocemos y sumado a la reciente alza del dólar, lo importante es que tengamos un alto grado de conciencia y respeto por el otro. A pesar de saber que al contagiarnos podemos salir adelante, no podemos ser irresponsables con nuestros semejantes, que seguramente si se contagian no correrán con la misma suerte nuestra, que desencadenaríamos una serie de contagios que harán que el virus llegue a quienes tienen un sistema inmune débil o a un adulto mayor. La fase crítica de la enfermedad requiere respiración asistida, y si la red hospitalaria colapsa, los profesionales de la salud no van a poder salvarlos. Es importante aclarar que el problema no es nuestra red, porque de hecho ningún país del mundo tiene las suficientes camas para poder tratar al mismo tiempo la cantidad de enfermos que se están generando a diario.
Adicionalmente que el COVID-19 no es la única causa de hospitalización, también tenemos dengue, accidentes, enfermedades en general. Debemos hacer uso de las recomendaciones emitidas por nuestras autoridades. Si queremos que las líneas telefónicas de asistencia estén disponibles, hagamos uso responsable de los mismos e informémonos para evitar consultas telefónicas que le impidan a otro ciudadano enfermo acceder a ellas. Esta crisis es una gran oportunidad para las EPS, pues deben probar capacidad de reacción y responder oportunamente. El protocolo emitido por la Alcaldía nos indica que debemos llamar a nuestra EPS, quienes harán consultas domiciliarias para evitar que las personas se dirijan a los hospitales y clínicas pues si no hay dificultad respiratoria, no deberíamos visitar una clínica u hospital.
La empatía, palabra tan utilizada últimamente, tendrá que ser una realidad.
Pongámonos en los zapatos de quienes viven con lo mínimo, de quienes no tienen acceso a medicina prepagada que les garantiza atención inmediata en la mejor red de clínicas y hospitales, de quienes tienen que salir a trabajar dejando a sus hijos al cuidado de un tercero o solos porque prestan servicios de aseo o vigilancia, de quien tiene una edad vulnerable para enfrentar con éxito el contagio del Covid-19, de los profesionales de la salud que exponen sus propias vidas por salvar las nuestras, de los que batallan con una enfermedad y que de resultar contagiados perderían la batalla, de los que están solos y son ancianos y no tienen quien los ayude o cuide, de los que sin duda necesitamos trabajar para producir dinero y satisfacer nuestras necesidades, que somos la gran mayoría y que preferimos esperar y colaborar con las medidas de protección aunque vayan en contravía de nuestra necesidad de vender y generar ingresos. Los invito a trabajar en redes de apoyo, que si llega el virus a nuestra región, nos encarguemos de ayudar a los que más necesitan estar aislados para que no se expongan, protejámoslos. Superando esta crisis encontraremos en equipo el camino para recuperar nuestra economía y prioricemos la vida y la salud tanto de nosotros como de nuestros familiares e incluso de quienes no conocemos.
Por todo esto, debemos ser solidarios y no comprar en exceso, acaparando para revender o acumular sabiendo que muchos lo necesitan, debemos cuidarnos del contagio e informar si tenemos algún síntoma, aislarnos voluntariamente los que puedan hacerlo, atender las recomendaciones de las autoridades y cumplir con las normas. No aglomeraciones, no tener contacto, no comprar compulsivamente. Utilice los medios virtuales para que evite ir al banco por ejemplo. También puede asistir a misa o a su culto de manera virtual. No asistir a eventos que concentren muchas personas. Dejemos de pensar que es una gripita incipiente. Yo prefiero que se afirme que somos exagerados a que reaccionamos tarde y que las medidas tomadas ya no sean suficientes. Tengamos compasión por el otro.
El virus se duplicó en 3 días en Colombia, lo peligroso de este comportamiento es que puede presentar un crecimiento exponencial y tener medidas de contención eficientes permitirá que el sistema de atención de salud atienda a más personas.
Todas las medidas dispuestas por los Gobiernos son de vital importancia para contener la epidemia; buscar la reducción de la tasa de infección para que la epidemia se extienda con el tiempo, de tal forma la demanda máxima en el sistema de salud sea menor. Se pretende evitar que una cantidad de personas se enfermen al mismo tiempo. Nuestra red salud puede atender a más pacientes durante el brote cuando el número de casos se extiende durante un periodo prolongado en lugar de concentrarse en un periodo muy corto.
Hoy domingo iniciamos con 34 casos y se acaba el día con 45 confirmados. Siento pasos de animal grande y no puedo evitar preocuparme, espero podamos como sociedad unida y respetuosa de las autoridades y sus normas, salir adelante y poder cantar victoria, que las EPS cumplan con su promesa de servicio, que esta experiencia nos sirva para cambiar nuestros comportamientos destructivos con la vida y logremos afianzar lazos de amor con todos los que nos rodean.