La Superintendencia Nacional de Salud prorrogó por un año la intervención sobre el Hospital Regional Alfonso Jaramillo Salazar del Líbano.

La agente especial interventora, Nelly Belén Arsuza, habló en exclusiva con Ecos del Combeima y explicó que la extensión del control responde a la necesidad de culminar procesos clave que han avanzado durante el último año.

Arsuza destacó que uno de los hechos más relevantes ha sido la recuperación de servicios asistenciales que estaban tercerizados.

“Es una prórroga por un año más, para terminar otras cosas que se hicieron y que son muy llamativas, como la entrega de las unidades que estaban concesionadas a un tercero que nos pagaba solo un arriendo. Ahora, nosotros facturamos más de 2.500 millones de pesos en servicios a la población con esas mismas unidades que venían tercerizadas”, aseguró.

Entre los servicios tercerizados estaba la unidad de cuidado intermedio y la unidad de cuidado intermedio pediátrico.

Añadió que pronto entrará en operación la unidad de cuidado intensivo neonatal y pediátrico.

La extensión de la medida llega mientras la Gobernación del Tolima sostiene una demanda ante el Tribunal Administrativo buscando la nulidad de las resoluciones de la Supersalud.

El Departamento afirma que hubo vulneración al debido proceso porque el recurso de reposición presentado en 2024 fue rechazado como “extemporáneo” bajo el argumento de que el término debía contarse desde la notificación a la interventora y no al ente territorial, pese a que este último también es sujeto procesal.  

“El hospital no ha superado totalmente los hallazgos… pero sí hemos avanzado, hemos caminado muchísimo y hemos hecho demasiadas cosas por el beneficio del hospital y por el beneficio de la comunidad”, afirmó.

La prórroga de un año buscará consolidar estos avances mientras el litigio administrativo sigue su curso en el Tribunal Administrativo del Tolima.