De la basura de Petro a la basura de Jaramillo

Todos recuerdan el escándalo de las basuras en Bogotá por los experimentos de Petro en su Alcaldía. Jaramillo por su parte, recién llegó a la Alcaldía de Ibagué, amenazó al empresario Vélez, aunque meses después, lo condecoró, recibió unas acciones adicionales de la empresa Ibagué Limpia, e impuso en la gerencia a una pupila. ¡Asunto arreglado, todo bajo control!, se calmaron las aguas intervencionistas.
Tres años después, la realidad de Ibagué Limpia no dista de lo que ha sido la herencia de Jaramillo a la ciudad. Basta con un informe de la Contraloría para evidenciar una serie de irregularidades y fallas administrativas propias de una empresa desordenada.
Por ejemplo, la compra de 101 canecas solares terminó como claro ejemplo de detrimento. Esta compra, a juicio del ente de control, fue inadecuada y antieconómica, ya que no se hicieron estudios de necesidad para su adquisición, y se evidenció falta de mantenimiento, deterioro y mal funcionamiento. Las canecas no tenían el sistema de comunicación que alertaba que la basura ya debía ser recogida, cuando ese era precisamente el valor diferencial con respecto a una caneca común. Preguntas adicionales que quedan en el aire: ¿La Junta Directiva aprobó esa inversión? ¿La compra se hizo cumpliendo los requisitos de Ley? O acaso lo que se buscaba al tener el 49% de la propiedad de la empresa era (erróneamente) evadir normas de contratación estatal.
Pues bien, las canecas costaron $887 millones, recursos que, seguramente, terminarán en la basura. ¡Qué ironía!
Otro hallazgo importante es la celebración de dos contratos por concepto de reparación y mantenimiento de fuentes ornamentales de los parques. A una empresa le pagaron $1.400.000 y le dieron 30 días para la ejecución. A otra, contratada con el mismo objeto, le dieron $38.532.880 y un plazo de 8 días. “En ambos contratos y de acuerdo a la documentación suministrada, no se aportaron los documentos soportes de la ejecución de los mismos y que nos indiquen la justificación por la cual, teniendo el mismo objeto contractual, se pagaron diferentes valores y además en tiempos o plazos diferentes” expuso la Contraloría. En ningún caso, se presentó Cámara de Comercio, no se determinó el manejo de los recursos en los días estipulados, ni se evidenció el número de fuentes reparadas.
Entonces, ¿Quien le responde a los ibaguereños por todo el dinero que se invirtió en las tales canecas inteligentes y en los cuantiosos procesos de ornato en los parques?
El problema de la basura no es menor y requiere un tratamiento eficiente, eficaz y diligente; no hay espacio para improvisar ni para malversar recursos del erario, algo en lo que claramente se rajan, según el ente auditor, que calificó como desfavorable y deficiente la gestión de contratación.
SAQUE DE BANDA 1. Tras el informe de la Contraloría, a Vélez le debe estar sabiendo a mico la tal condecoración, y eso que no alcanzó el espacio para hablar de las celebraciones que se pagaron con recursos de la empresa, incluida una millonaria torta que fue seriamente cuestionada por la auditoría interna.
SAQUE DE BANDA 2. Si Ibagué Limpia no tiene la capacidad para recuperar, adecuar y construir parques, no debería hacerlo, ¿o es que estamos frente a soterradas tercerizaciones para poder escoger a dedo a los contratistas?