Niegan la libertad solicitada por la defensa del padre Fredy Martínez en el juicio que se adelanta por abuso sexual
El juicio contra el padre Fredy Martínez tuvo este lunes un nuevo capítulo, luego de que el Juzgado Segundo Penal Municipal negara la solicitud de la defensa para modificar la medida de aseguramiento no privativa impuesta al procesado, investigado por el delito de acceso carnal abusivo en persona puesta en incapacidad de resistir.
La audiencia —realizada de manera virtual en la mañana de este lunes— contó con la intervención del fiscal Laureano Lozano; el representante de víctimas, Luis Felipe Londoño, delegado por la abogada Diana Barbosa de BMV Abogados; así como el acusado y su abogado Miguel Morales, de la firma Mario Iguarán, y las víctimas del proceso.
La defensa de Martínez buscaba revocar las restricciones actuales, argumentando que el sacerdote atraviesa dificultades económicas y que la medida le impediría trabajar y desplazarse libremente, incluso fuera del país. Sin embargo, tanto la Fiscalía como la representación de víctimas se opusieron, señalando que las condiciones impuestas no afectan su integridad ni su calidad de vida.
Actualmente, el procesado debe cumplir con brazalete electrónico, reportes mensuales, prohibición de salir de la ciudad, restricciones de contacto, y un horario de permanencia obligatoria entre las 6:00 p. m. y las 6:00 a. m.. Para los intervinientes, estas medidas buscan garantizar el desarrollo del juicio sin riesgos de afectación emocional, psicológica o física hacia las víctimas, además de prevenir escenarios de revictimización.
Tras escuchar a las partes, el despacho judicial concluyó que las restricciones seguirán vigentes mientras avanza el juicio.
“Las víctimas celebramos esta decisión y siempre hemos tenido temor por nuestra integridad, la de nuestras familias y la posibilidad de fuga, debido a que él gozaba de múltiples viajes al país y al exterior. Nosotras también hemos sido afectadas en nuestro ejercicio laboral, nuestra economía y salud mental. La justicia debe ser equitativa al esfuerzo y al dolor de cada una”, expresó Cielo Hernández, una de las víctimas denunciantes.