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Ibagué
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Tras un año del fallido Jamming en Ibagué, organizadores tienen plazo hasta el 30 de junio para devolver el dinero

Aún miles de personas esperan recuperar el dinero invertido en el festival. Por lo pronto, las acciones efectuadas en la Fiscalía y la Superintendencia no han dado sus frutos.
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Tomada de internet
21 Mar 2023 - 12:04 COT por Ecos del Combeima

Un escenario a medio terminar, expresiones de frustración y millones de pesos perdidos fue a groso modo lo que dejó el fallido Jamming Festival, que el mismo día de inició, anunció la sorpresiva cancelación del evento que se iba a realizar en Playa Hawai los días 19, 20 y 21 de marzo de 2022.

Desde entonces, ya ha transcurrido un año de aquel lamentable suceso que afectó a miles de personas, pues más de 70.000 personas, entre colombianos y extranjeros, visitaron la capital tolimense para disfrutar de la programación de una nutrida cartelera que prometió la presentación de importantes artistas. 

En aquel entonces, el actual secretario de Movilidad de Ibagué, Óscar Berbeo, estaba a la cabeza de la cartera de Gobierno, y fue la persona que lideró el festival de solidaridad, en un intento por mitigar el golpe colateral que significó para la economía de muchos la cancelación del Jamming. 

Así mismo, fue quien instauró la denuncia ante la Superintendencia de Industria y Comercio y la Fiscalía General de la Nación en nombre de la Alcaldía de Ibagué, municipio que solicitó a este último ser reconocido como víctima en el proceso penal.                                        

“A mi me correspondió en nombre de la Administración Municipal, instaurar la denuncia en la Fiscalía por estafa masiva y fraude procesal, sobre eso seguimos esperando los resultados de la justicia, para nosotros como víctimas de toda esta maraña, y esperamos que la entidad pronto nos pueda dar resultado satisfactorios”, indicó Berbeo en conversación con Econoticias.

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Entre los empresarios más afectados, se encuentra Juan Raúl Solórzano, propietario de Playa Hawai, quien a la fecha recuerda una cuantiosa suma que hace parte de las grandes pérdidas que sufrió junto a su familia, en lo que creía iba a ser un trabajo mancomunado que impulsaría el crecimiento y la importancia del parque en el departamento del Tolima.

“Todavía lamentando esta situación que se generó hace un año, lejos de haber pensado en algún momento que esto fuera a pasar, teníamos una ilusión muy grande de posicionar a Playa Hawai como el sitio más importante de los eventos en el Tolima (...) Todo se dio a través de mis hijos, Juan Felipe y María Antonía, ellos conocieron a Alejandro Casallas, (organizador del Jamming) y me ofrecieron que querían hacer el evento en el parque porque ellos lo hacían anteriormente en El Ricaurte, y así lo hicimos”, relató el empresario.

Según Solórzano, a las pérdidas económicas se suma el 50% del arriendo del parque, porcentaje que equivale a $225 millones; en lo referente al hotel y la alimentación, calcula $112millones; y alrededor de $600 millones de pesos en adecuaciones para el montaje de los escenarios. 

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“Nosotros no somos las personas que tenemos la experiencia porque nunca hemos hecho un evento en el parque desafortunadamente y por eso le apostamos al festival. Fueron 46 hectáreas que se adecuaron, se limpiaron y se organizaron para hacer el evento con las características y condiciones que ellos pidieron”, manifestó Juan Raúl Solórzano.  

Así las cosas, mirando en retrospectiva, ¿hubo señales de alerta o indicios de una posible cancelación? Al respecto, el empresario manifestó que: “durante seis meses yo estuve al lado de ellos, viendo como trabajaban día y noche en función del evento, yo llegué el día anterior, con mi hijo nos vinimos encaravanados recogiendo lapiceros, cachuchas, gafas y souvenirs para vender en el evento, lejos de pensar que ‘está gente’ no fuera a hacer el evento”, aseguró.

Una vez fue puesta en conocimiento la noticia al ojo público, las llamadas se volvieron constantes en la búsqueda de una respuesta por parte del organizador del festival, Alejandro Casallas, quien actualmente aún debe responder por el caos y las importantes pérdidas que se desataron por el acontecimiento.

“Alejandro a los poquitos días de la situación, me llamó, se disculpó y me dio las gracias por querer hacer este evento, porque es que de verdad nosotros nos entregamos a ellos con la Alcaldía, la Gobernación, la Policía y el Ejército”, informó. 

Otra afectada fue la empresaria Susan Porras, quien al igual que cientos más se quedó con todos los preparativos hechos y una profunda sorpresa. 

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“Después de un año de la tragedia que para muchos como emprendedores nos golpeó tan fuerte. Nosotros para el año 2021, en el mes de octubre, teníamos vendida toda la ocupación del hotel ubicado por el corredor de Bueno Aires con 15 habitaciones, pero lo que hicimos para proyectarnos a este evento de talla internacional fue que construimos duchas y sanitarios en las zonas verdes para poder habilitar zonas de camping, hicimos el trámite ante Cámara y Comercio y la Dian, incluso fuimos perseguidos por la Policía de Turismo en ese momento con visitas casi día de por medio. El mismo día del evento escucho la noticia, fue muy duro porque eran los sueños y las ilusiones de muchos emprendedores, de algunas personas que nos proyectamos como empresarios del sector turismo en Ibagué”, expresó Porras. 

Por lo pronto, el polémico caso no parece tener mayor avance, ya que las acciones efectuadas en la Fiscalía y la Superintendencia no han dado sus frutos.

De acuerdo con el abogado especialista en derecho administrativo y candidato a MG en derecho administrativo, Juan David Espitia, Buena Vibra Eventos se acogió a lo consagrado en el artículo 5 del decreto legislativo 818 de 2020, que indica que la devolución del dinero de eventos cancelados puede hacerse hasta un año después de la emergencia sanitaria, es decir, el 30 de junio de 2023. 

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“La sociedad tiene hasta el 30 de junio de este año para las devoluciones a partir de este decreto como resultado de la pandemia, siendo una declaratoria de emergencia”, dijo el abogado.

No obstante, muchos dudan que en estos tres meses que faltan devuelvan el dinero y dan por hecho que el dinero se perdió. 

En el caso del propietario de Playa Hawai, actualmente se hace efectiva una póliza de seguro en la que se alivian algunos gastos, pero estos no cubren la totalidad de los mismos.

“A raíz de lo que pasó, estamos haciendo efectiva una póliza de seguro que nosotros les habíamos exigido y dieron en su momento porque la segunda cuota del 50% del arrendamiento no se canceló en ningún momento, tampoco la alimentación y el hotel porque nosotros lo que hicimos fue entregarle el parque entero 20 días antes para que ellos lo manejaran y lo organizaran”, aseguró el empresario finalmente.

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A lo que Espitia señaló que este trámite es el primer paso, sin embargo, “toca mirar si en tema de perjuicios todos resultan estar satisfechos con esa póliza, porque no solo se habla de daños cuantificables sino que también morales, en este caso a un nombre que es Playa Hawaii. En un proceso de responsabilidad contractual en donde se puedan cuantificar todas esas afectaciones”.

Y agregó que “es importante instaurar una demanda en donde se tengan en cuenta todo estos daños. Realmente ¿hubo una fuerza mayor? Porque cuando se publica un cartel con amplios artistas y las páginas oficiales de algunos artistas y ni siquiera había una confirmación o un contrato, entonces no se trata tanto de una fuerza mayor porque era algo previsible”, concluyó el abogado.

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