La temporada de lluvias que afronta Ibagué desde hace varias semanas, ha ocasionado situaciones de emergencia en el casco urbano y la zona rural. Por tal motivo, los organismos de socorro mantienen activos los protocolos de reacción inmediata para evitar mayores afectaciones.

El pasado jueves 19 de mayo, un habitante del conjunto Villa Teresa dio a conocer cómo el sistema de alcantarillado se queda sin capacidad de evacuación, por lo cual el agua termina ingresando por los pasillos de esa propiedad ubicada en la calle 37 con carrera 6a.

Precisamente, en días anteriores, las intensas precipitaciones generaron aguas corrientosas que ingresaron al conjunto, descendieron por uno de los corredores principales y provocaron el colapso de un muro. Pese a esa situación de riesgo, al parecer no ha habido ningún tipo de respuesta institucional.

"El agua baja por los bloques 5 y 6, y termina metiéndose por el parqueadero de los bloques 7 y 8 (...) es impresionante la cantidad de agua que se acumula en la calle 37, podríamos decir que es la nueva quebrada que existe en Ibagué", dijo Fernando García.

Y es que además de las inundaciones, las lluvias también afectan la prestación del servicio del IBAL, pues los altos niveles de turbiedad terminan obligando a la empresa a suspender la captación en sus bocatomas.